Esta madrugada, el índice MSCI de Asia Pacífico ha subido un 0,2%, mientras que el Nikkei se ha dejado un -1,1% por la apreciación de su moneda y los mediocres resultados empresariales. En Europa, los principales parqués han cerrado con subidas, con las excepciones del DAX alemán y el CAC francés.
El Ibex 35, que ha recuperado los 9.400, se ha visto impulsado por las acereras y por Caixabank, entidad que en su presentación de resultados del 2016, ha anunciado la obtención de un beneficio de 1.047 Mn€ (+28,6%), ha incrementado los recursos de clientes un 2,5% y reducido la morosidad hasta el 6,9%. La mejora de la eficiencia y la rentabilidad se han apoyado en la elevada capacidad de generar ingresos (7.827 Mn€ de margen bruto), en la contención y racionalización de los gastos recurrentes (-1,7%) y en las menores dotaciones para insolvencias (-80,3%).
Deutsche Bank ha llegado a caer más de un -7% al inicio de la sesión por sus desilusionantes resultados. El banco alemán ha registrado unas pérdidas de -1.890 Mn€ en el 4T, en comparación con los 2.120 Mn€ en el mismo periodo del año anterior. Sus problemas de solvencia han provocado una pérdida de confianza de grandes clientes, lo que ha afectado especialmente su división de banca de inversión. También hemos tenido resultados de otras compañías líderes en sus respectivos sectores: Vodafone y Daimler.
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A la 1 de la tarde hemos conocido la decisión del Banco de Inglaterra sobre su política monetaria. De momento, los tipos de interés se mantienen sin cambios en el 0,25%, mientras que mejora sus perspectivas económicas para el futuro. Las consecuencias de la reunión no se han hecho esperar, con una caída de la libra frente al resto de divisas.
El dólar cayó ayer a niveles nunca vistos desde la llegada de Trump a la presidencia. La causa fue el anuncio de la Fed, señalando que no existe prisa por aumentar los tipos nuevamente.