hacienda usa drones

Hacienda usa drones para buscar irregularidades urbanísticas. ¿Cómo legalizar la piscina y otras obras?

Qué bien quedaría una piscina pequeña en esa esquina del patio” o “esta terraza es demasiado grande, podríamos meter la mitad para ampliar el salón”. Casi cualquier idea para mejorar el hogar puede hacerse realidad, al igual que cualquier construcción exterior puede ser detectada por Hacienda mediante el barrido de drones y la comparación de imágenes por satélite.

Barrido de drones por municipios para detectar irregularidades

En 2013 el ministerio de Cristóbal Montoro anunciaba una medida sorprendente. Utilizaría drones para tomar fotografías aéreas y algoritmos para comparar el registro de inmuebles del Catastro con la realidad. Esta tecnología se sumaría al análisis de las imágenes capturadas por satélite.

Se necesitó el trabajo de más de 1.500 empleados del Catastro para sacar a la luz viviendas sin permisos y obras no actualizadas en el ente catastral. El plazo de actuación se definió en tres años, hasta 2016, pero después del cambio de gobierno, el equipo de María Jesús Montero prorrogó esta regularización masiva hasta finales de 2018.

180 millones de euros, solo para empezar

Seguían siendo tiempos complicados para las arcas públicas, tras la Gran Recesión iniciada años atrás, en 2008. Tocaba ser creativos y la capacidad de actuación con drones fue clave. Por cada sanción detectada el infractor debe abonar 60 euros como tasa de regularización. No es mucho, pero dado el alto volumen de irregularidades destapadas, el Ministerio de Hacienda estimó haber ingresado más de 180 millones de euros.

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Más la mayor recaudación por IBI

Esos 60 euros son insignificantes si los comparamos con el efecto en el recibo del IBI. Ya que, una vez descubierta la irregularidad, se puede reclamar el ajuste del recibo hasta cuatro años antes, más el correspondiente interés de demora que oscila entre el 5 y 20 % según el municipio.

Además, desde ese momento se incrementarán los recibos devengados en los siguientes años, incluyendo la piscina o la ampliación no declarada. Cuánto más, es difícil de calcular pues depende de la valoración que realice el Catastro sobre la superficie agregada, pues no computa igual una piscina o una terraza que una estancia cubierta destinada a vivienda. No obstante, algunas fuentes hablaban de 1.254 millones de euros más entre 2014 y 2016.

En gran parte gracias a esta labor de investigación, la recaudación por IBI aumentó un 65% de 2008 a 2017, a pesar de la depreciación generalizada de los valores catastrales como consecuencia de la crisis. Cabe recordar que el valor catastral es la base de cálculo del impuesto sobre bienes inmuebles.

Tres millones de infracciones detectadas

Solo en cinco años de investigación aérea el Ministerio de Hacienda, del que depende la Dirección General del Catastro, ha analizado 76.840.000 inmuebles y detectado irregularidades en tres millones (3.034.621), lo que representa aproximadamente el 4% del total observado. Así se desglosan:

  • Nuevas construcciones: 1.130.000.
  • Ampliaciones: 1.100.000.
  • Reformas: 656.622.
  • Piscinas: 147.999.

Se trata de una medida que previsiblemente continuará en los próximos años, demostrada su eficacia para aumentar la recaudación y porque, según apuntan desde el sector de los drones, su labor abarata 50 veces la detección ejecutada desde helicópteros.

Las reformas exteriores no declaradas podrían tener los años contados

Queda visto y demostrado, por tanto, que toda obra realizada en el exterior puede ser detectada por Hacienda y que, de hecho, probablemente así seguirá ocurriendo en los próximos años.

Aunque ni siquiera sería necesario recurrir a los drones, ya que con Google Earth es posible repasar los cambios realizados en los últimos 20 o 25 años. Y está al alcance de cualquiera.

¿Cómo ver mapas antiguos en Google Earth?

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Es muy sencillo y es gratis. No basta con Google Maps. Hay que instalar Google Earth Pro en el ordenador. Después nos acercamos a la zona a inspeccionar y clicamos en el botón del reloj. Solo quedaría desplazarnos por la barra de tiempo para observar los cambios acontecidos.

Cómo regularizar la piscina o una reforma exterior no declarada

Antes de nada, hay que apuntar que cualquier obra realizada en exterior, como una piscina, debe realizarse siguiendo las indicaciones de un arquitecto, quien a su vez controlará que toda la actuación sea acorde a la regulación urbanística del municipio.

De no ser así, el problema sería doble, porque por un lado sería una propiedad no registrada en el Catastro y, por otro, porque no podría regularizarse en el futuro, al no cumplir la normativa local, salvo que se reformase o se adaptase para cumplirla.

Regularizar una obra no declarada

El procedimiento de regularización es un acto administrativo, en el que la administración local verifica y registra la modificación realizada en base a su normativa. Posteriormente, se actualiza en el Catastro el número de metros cuadrados y los elementos de la construcción.

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Qué se necesita

Consiste en restaurar la legalidad de la construcción. Es necesario presentar un informe técnico realizado por un arquitecto o ingeniero y el certificado de fin de obras. Ambos dosieres deben estar sellados por el colegio profesional competente.

Los trámites son muy similares a los que serían necesarios si la obra no se hubiera realizado. Es decir, deben presentarse los planos, la memoria, el resumen económico y un anexo que permita verificar la situación previa y posterior a la construcción.

Declaración de alteración catastral

modelo 900D

El procedimiento está perfectamente detallado en el portal de la Dirección General del Catastro. Se lleva a cabo mediante la declaración de alteración catastral, presentando el modelo 900D en las oficinas territoriales del Catastro o por internet con el certificado digital.

Tras el registro del expediente, el Catastro realizará un informe y algún requerimiento, incluyendo una audiencia con el interesado, de ser necesario. En un plazo de seis meses resolverá y notificará la regularización.