Con las negociaciones con Grecia bloqueadas y ningún otro catalizador que sustente los mercados, las bolsas europeas han sufrido otro desplome.
Los principales índices del Viejo Continente se dejan cerca de un -2%: Ibex -1,71%, DAX -1,89%, MIB -2,40% o CAC -1,75%. Los mercados de deuda periféricos no han esquivado la tensión y cotizan en niveles no vistos desde hace 10 meses. El euro ha aguantado mejor el chaparrón y se mantiene en el 1,12 en su cambio frente al dólar.
Tras la caída de hoy, el Ibex ha cerrado en los 10.842 puntos, lo que limita al 5,4% la ganancia en lo que llevamos de 2015 y amplía hasta el 8% su distancia respecto a los máximos de este año, que logró en abril.
La peor ha sido la bolsa griega, que observa con recelo como sus gobernantes no son capaces de desbloquear el siguiente tramo de ayuda. Mientras tanto, sus bancos dependen casi exclusivamente de la solidaridad del BCE, la inversión extranjera brilla por su ausencia y la fuga de depósitos se acentúa.
La prima de riesgo española vuelve a los 158 puntos debido a la caída de los precios del bono a diez años y a la subida del bund alemán, donde muchos inversores están buscando refugio en este contexto de incertidumbre. Además se ha dado la circunstancia de que el diferencial ya supera incluso al de Italia, a pesar de contar con una deuda sobre PIB incluso superior a la de España.
En medio de esta tormenta, el Tesoro emitirá mañana letras a 6 y 12 meses. A priori no habrá problemas para colocarla, sin embargo los tipos que deberá ofrecer serán superiores a los de anteriores ocasiones.
Dentro del Ibex solo BME (+0,35%) ha podido presumir de esquivar las pérdidas. Uno de los sectores más castigados ha sido el financiero, dada su correlación con el riesgo país y la situación de los mercados de deuda. Popular (-3,3%), Sabadell (-2,5%) y Bankinter (-2,3%) han sido los peores.
En Wall Street las bolsas siguen la estela de Europa y cotizan con caídas generalizadas que rondan el -0,6%. Al problema griego se le han unido una serie de publicaciones macroeconómicas peores de lo esperado.
La producción industrial del mes de mayo ha caído inesperadamente un -0,2%, en comparación con el dato estimado por el consenso de analistas de +0,2%. Por su parte, el empire manufacturero del mes de junio desciende hasta marcar una lectura de -1,98, muy lejos de la cifra que auguraban los expertos: 6,0.