Antes de entrar a valorar las ventajas de una gestión activa y de una gestión pasiva de los fondos de inversión habría que valorar cada perfil inversor. ¿Gestión activa o gestión pasiva? Es una decisión verdaderamente importante, aunque conviene apuntar que, desde un estricto punto de vista financiero, toda gestión que no esté en las propias manos del inversor será una gestión pasiva.
Si la gestión de tu cartera la lleva un profesional, la importancia de una gestión activa o pasiva es mínima. Has contratado a un experto en inversiones para que maximice tus ganancias. Te debería preocupar el nivel de riesgo que asumas con tus ahorros para conseguir la rentabilidad acordada u objetivo, pero no la forma de gestionarlos.
Ahora bien, si quien toma las decisiones de tu cartera eres tú, la gestión, o al menos las primeras decisiones, serán siempre activas. Y sólo cuando tengas decidido el mercado tendrás que valorar si prefieres un fondo de gestión activa o pasiva.
La intención es entender el matiz entre una gestión activa y una gestión pasiva. La gestión de una cartera es un proceso en el que debes tomar decisiones cada cierto tiempo, por lo que siempre será una inversión activa.
Siempre habrá una parte de gestión activa
Pero centrémonos en el caso en el que las decisiones las tomas tú. Sabes lo suficiente de mercados financieros como para poder decidir qué instrumentos, en qué porcentajes, plazos, mercados, activos, etc. quieres o puedes operar. En algunos mercados tienes las ideas claras y esperas una tendencia evidente en un plazo determinado. Por ejemplo, en la parte de tu cartera que dedicas al oro. En ese caso, puedes optar por un instrumento de gestión pasiva, como puede ser un ETF sobre el precio del oro.
Sin embargo, en otros mercados las tendencias no serán tan claras y deberás optar por una gestión activa. Por ejemplo, en bolsa. Es cierto que podrías realizar una gestión pasiva con un fondo indexado, pero no todos los valores del índice sumarán. En cambio, si eliges bien los valores (gestión activa) podrías ganar más que comprando el índice (gestión pasiva), aunque también podrías perder más si la elección no ha sido la más acertada.
Para conseguir mejores resultados en una inversión en bolsa sería recomendable ampliar el abanico de posibilidades y diversificar en zonas geográficas, sectores, etc. Y sólo cuando llegues a una decisión final tendrás que plantearte si ese instrumento financiero (fondo de inversión) tendrá una gestión activa o pasiva ¿Volvemos al principio? Sí y no, veámoslo:
Llegar a la conclusión de que vas a invertir un 10% de tu cartera en fondos de inversión ligados al IBEX 35 ya ha sido una gestión activa (de tu cartera). Pero entonces debes decidir si vas a intentar batir al índice (fondo de gestión activa) o si sólo pretendes replicarlo (fondo de gestión pasiva).
Si te basta con replicar al índice porque esperas una evolución alcista en un plazo determinado te puedes decantar por un ETF o un fondo indexado. Pero si esperas que haya volatilidad y oportunidades de entrada y salida durante ese plazo podrías decantarte por un fondo de gestión activa en el que los gestores entren y salgan del mercado, de manera que al final, consigan batir al índice (obtener más rentabilidad acumulada durante ese periodo).
¿Cuáles son mejores, los fondos de inversión activa o los de inversión pasiva?
Sinceramente, no hay una única respuesta. Si te decantas por los fondos de inversión pasivos no asumirás los posibles errores del gestor, te ahorrarás dinero en comisiones, podrás obtener una mayor diversificación, te resultará más fácil seguir la evolución de tu fondo y dormirás más tranquilo, pues te bastará con saber qué ha hecho el índice de referencia.
Por otro lado, si te decantas por fondos de gestión activa, pagarás más comisiones porque el gestor conseguirá más rentabilidad que el índice. En cambio, no te bastará con mirar qué ha hecho el indicador para saber qué ha hecho tu fondo de inversión y no diversificarás tanto, porque sólo tendrás las acciones que el gestor considere. Además, el gestor puede tomar decisiones erróneas.
¿Qué elegir entonces, fondos de gestión activa o pasiva?
Los fondos de gestión pasiva surgieron porque los de gestión activa no siempre batían a los índices. Así, sus mayores comisiones no estaban siempre justificadas (no había valor añadido). Sin embargo, en algunos casos la gestión activa está justificada, porque sí hay fondos que logran batir a sus índices con asiduidad.
Otra cosa que puede ocurrir es que tu banco sólo te ofrezca una gama reducida de fondos de gestión activa que haga parecer buena una cartera de fondos de gestión pasiva. Si te resulta más rentable y más barato invertir con un fondo indexado que con uno de gestión activa ¿por qué deberías aceptar una gestión activa? No te des por satisfecho y piensa en otro banco que te ofrezca una amplia variedad para elegir.
En resumen, si haces una gestión activa de tu cartera podrás valorar correctamente la gestión más adecuada —activa o pasiva— en los fondos de inversión que contrates para cada clase de activo.
Te recordamos que la inversión en fondos implica asumir un determinado nivel de riesgo, que dependerá del fondo que desees contratar. No todos los fondos de inversión son iguales y tienen distintos niveles de riesgo en función de distintos factores. En nuestra web se puede consultar, tanto en el buscador como antes de la contratación de cualquier fondo, el DFI (Datos Fundamentales Inversor), el Informe Semestral y el folleto completo correspondiente, para conocer las características, costes y riesgos de cada fondo. Estos documentos también se encuentran accesibles en la web de la CNMV (www.cnmv.es).
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