“Un inversor pierde la capacidad de raciocinio cuando gana los primeros diez mil dólares. A partir de entonces se convierte en un pelele fácilmente manipulable” (André Kostolany)
El saber no ocupa lugar; y si este saber procede de los grandes, menos aún. Algunos de los grandes inversores de la historia nos han dejado frases para el recuerdo, para la reflexión, para el análisis. Frases, como esta, que son un reflejo de sus conocimientos y experiencia. Qué duda cabe: de los mejores es de quien más podemos aprender.
¿Qué quiso decir André Kostolany con esta frase?
La Economía conductual analiza cómo las decisiones que a veces tomamos no siempre son las más racionales, ya que en ocasiones se ven afectadas por algún error de percepción o sesgo cognitivo.
Uno de los errores que más frecuentemente cometemos a la hora de invertir, y posiblemente uno de los más complicados de controlar, es dejarnos llevar por el entusiasmo. Algo que es muy humano y que no solo afecta al mundo de las inversiones, por supuesto, sino también a otras múltiples facetas de nuestro día a día.
Es muy normal que, la primera vez que alguien se enfrenta a una inversión lo haga con mucha cautela y “pies de plomo”: intentando asesorarse, invirtiendo pequeñas cantidades, quedando muy pendiente de su evolución… A menudo se dice que, como inversores, no nos puede pasar nada peor que acertar de pleno con la primera operación y ganar un buen porcentaje.
Muchas veces, no pensamos que este éxito puede deberse a un golpe de suerte. Todo lo contrario, es más que habitual achacarlo a nuestra pericia o conocimientos. Y esto, a su vez, puede llevarnos a no considerar de una manera seria y responsable todo lo que se requiere para ser unos buenos inversores a largo plazo: contar con una estrategia adecuada a nuestro perfil y a nuestras necesidades, diversificar, protegernos ante las pérdidas, informarnos adecuadamente….
El hecho de ganar una vez en bolsa no debe invitarnos a pensar que es algo sencillo y que no es necesario contar con conocimientos para hacerlo. Pensar así es plantar la semilla de una mala hierba que nos hará cosechar grandes fracasos en el futuro.
Ganar una vez en bolsa puede ser cuestión de suerte; pero para ganar de forma consistente es necesario mucho más. Hay que estar formado e informado y, por supuesto, contar con una estrategia adecuada. El verdadero éxito en la inversión no consiste en ganar siempre y, de hecho, tenemos que asumir que vamos a equivocarnos más veces de las que acertaremos.
La clave, lo verdaderamente importante, es perder poco cuando no hemos acertado en la tendencia y obtener una buena ganancia cuando acertamos. Eso sí, sin dejarnos llevar por la avaricia, pero…¡de esto ya hablaremos en otro post!