Es un término absolutamente de moda, y cada vez va a estar más en boca de todo el mundo. El sistema financiero ha entrado de lleno en el mundo de los vocablos de las nuevas corrientes tecnológicas bajo el paraguas del concepto fintech.
¿A qué se refiere exactamente? En realidad, como sucede con la mayoría de términos de nueva creación, fintech no es más que un neologismo de las palabras “financial” y “technology”, por lo que es muy evidente qué podemos encontrarnos en este nuevo sector emergente que cada vez despierta mayor interés: las nuevas tecnologías aplicadas al sector financiero.
En la práctica, el término fintech engloba todo el universo de startups que se enmarca dentro del sector financiero. Para concretar, se trata de la aplicación de la tecnología y de la irremediable digitalización de los negocios, procesos y, en general, sistemas financieros a nivel global.
La revolución tecnológica en el sistema financiero
Y es que todo está cambiando en el sistema financiero en general, y en el apartado que nos atañe, en el sistema bancario en particular. La banca online ya forma parte del día a día de cada uno de nosotros, y un paso más allá surgen bancos, como Self Bank, que no se conforman con ser un banco online, sino que buscan un mayor grado de digitalización naciendo directamente como banca digital.
La tecnología ha entrado en el sistema financiero y bancario para revolucionarlo, y tratándose de un sector históricamente tradicional, los avances tecnológicos que se plantean resultan apasionantes y de un atractivo especial en todos los sentidos: pagos, seguridad, transacciones financieras, sistemas de financiación, carteras digitales y un largo etcétera que dará un impulso definitivo a las oportunidades del sector financiero y que cambiará para siempre la relación de los ciudadanos con sus bancos.