La historia de las matemáticas nos ha dejado nombres de grandes genios que con sus aportaciones han revolucionado esta disciplina. Uno de ellos es Leonardo de Pisa, conocido como Fibonacci, matemático italiano que desarrolló en el siglo XIII la serie numérica que lleva su nombre. En este artículo conocerás quién fue Fibonacci, qué aportó a las matemáticas y por qué su secuencia es importante.
Leonardo de Pisa fue un gran viajero y comerciante, lo que le llevó a conocer diferentes culturas y sistemas numéricos. En África tuvo la oportunidad de conocer el sistema de numeración indo-arábigo, que se utiliza actualmente en la mayoría del mundo. Con su obra «Liber Abaci», introdujo en Europa la notación numérica indo-arábiga y la regla de tres, que contribuyó al desarrollo del álgebra moderna y es considerada como una de las obras más influyentes de la Edad Media.
Gracias a su conocimiento de diferentes sistemas numéricos, Fibonacci desarrolló uno de los conceptos matemáticos más conocidos hoy en día: la sucesión de Fibonacci. Se trata de una secuencia de números en la que cada término es la suma de los dos anteriores: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144… y así sucesivamente.
La sucesión de Fibonacci se puede observar en la naturaleza y es objeto de estudio en muchas disciplinas, desde la biología hasta la tecnología y las finanzas. Por ejemplo, la disposición de hojas en una planta, los pétalos de una flor y las ramas de un árbol siguen patrones que se rigen por la secuencia de Fibonacci.
Si dividimos cada número de la sucesión entre el anterior, el resultado se aproxima al denominado número áureo: 1,618033988… El número áureo es un número irracional que se representa con la letra griega phi. Curiosamente, tanto su cuadrado (2,618033988…) como su inverso (0,618033988…) tienen las mismas infinitas cifras decimales.
En el campo de las finanzas, la secuencia de Fibonacci tiene una aplicación práctica en el análisis técnico de los mercados. Se utiliza para identificar niveles importantes de soporte y resistencia en los precios de los activos financieros, lo que ayuda a los inversores a tomar decisiones de compra o venta.
¿Cómo se utiliza la secuencia de Fibonacci en la inversión bursátil?
Una de las aplicaciones más extendidas es la de graficar los niveles de retroceso de Fibonacci. Para ello, debemos identificar un punto de partida y un punto final en el gráfico del activo que estamos evaluando, por ejemplo, los puntos de inicio y fin de una tendencia alcista o bajista. Con una plataforma de análisis gráfico podemos trazar una línea entre ambos puntos y automáticamente se graficarán los niveles de Fibonacci, que pueden ayudar al inversor a identificar posibles soportes y resistencias. Los niveles más utilizados son los que corresponden al 61,8%, 50% y 38,2% de la subida o caída del precio de la tendencia elegida.
Por ejemplo, si un índice ha tenido una tendencia alcista desde los 5.000 hasta los 10.000 puntos, el nivel correspondiente a un retroceso del 38,20% de esa subida estaría en 8.090 puntos, por lo que, según este método de análisis, es probable que una caída se pueda detener en esa zona. Siguiendo con el ejemplo, el retroceso del 50% de la subida se encontraría en 7.500 y el 61,8% en 6.910.
Aunque el uso de Fibonacci puede ayudar al inversor a ver algunos niveles de soporte o resistencia, este sistema no es infalible, sino que se trata de una herramienta más al alcance del inversor que puede ayudar a tomar decisiones o validarlas.