Los mercados bursátiles, al igual que la economía real, funcionan de manera cíclica. Hay muchos y complejos mecanismos por los que esto sucede. Empíricamente en el pasado siempre ha habido ciclos, y mientras no se demuestre lo contrario el inversor, a la hora de invertir, hará bien en actuar pensando que en el futuro seguirá habiéndolos..
Hay momentos en la historia en los que todo el mundo quiere poseer un activo y sus precios suben porque hay más demanda que oferta, y posteriormente suelen llegar momentos donde los precios bajan y se deprimen porque hay exceso de oferta. Este vaivén de la economía es a lo que nos referimos cuando hablamos de los ciclos bursátiles.
¿Qué es una burbuja?
Decimos que hay una burbuja en términos económicos cuando hay un exceso de compradores o vendedores que pensamos que no puede ser sostenible, y como consecuencia los precios llegan a niveles absurdos.
Una de las primeras y más famosas burbujas de la historia de los mercados es la conocida como “la burbuja de los tulipanes” que ocurrió en Holanda en 1630. En aquella instancia se llegaron a pagar más de 6.000 florines por un bulbo de tulipán. Por poner esto en perspectiva, con ese dinero en la época se podía comprar unos 50.000 m2 de terreno. Posteriormente la burbuja de los tulipanes pinchó, los precios de los bulbos cayeron por los suelos y multitud de gente se arruinó.
Las burbujas son evidentes una vez transcurridas, pero no siempre es tan fácil verlas cuando están en marcha. Simplemente una subida de precios no tiene por qué constituir una burbuja. La clave está en entender si los precios son sostenibles, o por el contrario se trata de un movimiento especulativo temporal que terminará revirtiendo.
Análisis de la distribución de activos
En los últimos años ha entrado mucho dinero en bolsa a nivel global. Muchos inversores temen que haya una burbuja en la renta variable y que los precios actuales sean peligrosos. Quien pague precios elevados por sus activos tiene menos probabilidades de obtener buenas rentabilidades a largo plazo.
Sin duda el porcentaje de renta variable que forma parte actualmente de las carteras de los inversores es de los más altos desde el fin de la segunda guerra mundial, superados sólo en la burbuja de finales de los años 90 (burbuja tecnológica) y en los años 60 (la época bursátil recordada como los nifty-fifty).
Análisis del precio objetivo de las acciones
Que los precios de las acciones han subido mucho es un hecho, pero el concepto de valor es siempre escurridizo en economía. Muchos inversores comparan el precio y la rentabilidad potencial de sus inversores con las alternativas de que disponen, y en este caso no hay muchas alternativas atractivas.
El hecho de que los tipos de interés continúen siendo tan bajos en la actualidad empuja de manera natural el precio de la renta variable hacia arriba. Frente a la alternativa de un depósito que ofrezca un 0,30% de rentabilidad, un rendimiento del 3% vía dividendos de una empresa puede ser atractivo (aunque históricamente esta empresa haya ofrecido un rendimiento mucho más alto). Hay que tener en cuenta que el rendimiento va en relación con el precio que pagamos por el activo. A precio más bajo, más alto será el rendimiento que recibimos.
Análisis técnico vs análisis fundamental: ¿Cuál usar para ver venir la burbuja?
El análisis técnico se centra en analizar el precio histórico de las cotizaciones y sus tendencias. Uno de los grandes catalizadores de las burbujas es el precio de los activos, ya que se crea un círculo vicioso donde los inversores pagan un precio más alto por un activo porque este sube de precio, y el activo sube de precio porque los inversores están dispuestos a pagar un precio más alto. El análisis técnico nos puede ayudar a entender estos movimientos de los precios para discernir la tendencia del momento.
El análisis fundamental por el contrario se centra en intentar calibrar el valor subyacente de las empresas, independientemente de su precio. Esto es necesario para comprender si el precio refleja una realidad, y por tanto es sostenible, o por el contrario es una situación puramente especulativa. La combinación de ambos tipos de análisis puede ayudarnos a entender la situación y actuar acordemente.
¿Cómo actuar ante una burbuja? ¿Cómo nos podemos proteger?
La mejor manera de actuar frente a una burbuja es conocer los activos que forman nuestra cartera para ajustar nuestras expectativas a la realidad. El mercado no siempre nos ofrece lo que queremos al precio que queremos, aunque con tiempo y dedicación siempre se pueden encontrar activos que se ajustan a nuestras necesidades. Nuestras mejores herramientas en periodos turbulentos suelen ser la paciencia, la constancia y el aprendizaje continuo.