Estrategias de inversión: Invertir en spreads

Invertir en spread o en pares es algo relativamente habitual dentro del mundo de los inversores institucionales, pero poco frecuente entre los inversores particulares, principalmente porque una de las dos patas de la estrategia conlleva posicionarse en corto. Ese hecho puede limitar el acceso a los inversores minoristas, debido a que éstos suelen tener mayores dificultades para encontrar un bróker que les permita posicionarse en corto sobre un activo.

¿Qué es invertir en spreads?

Invertir en spreads es apostar a que un activo lo hará mejor que otro, independientemente de si el mercado sube o baja. Es decir, se considera una estrategia market neutral, ya que si se cumple nuestra previsión, poco importa lo que haga el mercado.

Se puede realizar con índices, materias primas, acciones, etc. Si entran en juego las divisas, habrá que tener en cuenta el tipo de cambio para prever la ganancia o pérdida. Un ejemplo: si creemos que Telefónica lo hará mejor que Vodafone, puede ser que en sus divisas locales sea así (Telefónica suba más en euros que Vodafone en libras), pero al hacer la conversión con el tipo de cambio, el efecto puede ser el contrario.

El beneficio puede venirnos por cualquiera de las dos patas, tanto la posición larga como la corta. Es decir, podemos ganar porque nuestra posición larga suba más (o baje menos) que la posición corta (o al revés, claro).

¿Cómo se hace?

Lo primero que debemos hacer es escoger los dos productos que queremos contraponer. En ese momento deberemos establecer la proporción entre ambos para igualar los pesos en nuestra cartera.

Por ejemplo, si creemos que Caixabank mejorará a Santander, y las cotizaciones son de 2 y 4 euros respectivamente, deberemos aplicar una proporción de 2 a 1. Si queremos invertir 10.000€, tendríamos que comprar 2.500 acciones de Caixabank y vender 1.250 acciones de Santander.

Productos que nos permiten operar

Como hemos visto, necesitamos productos que nos permitan operar a favor y en contra de un producto. Lo podemos hacer mediante CFD’s y Futuros o directamente sobre acciones. Sin ir más lejos, en Self Bank  te damos la posibilidad de abrir posiciones cortas en acciones que otros clientes han puesto en alquiler.

Ventajas e inconvenientes

La principal ventaja es que podemos obtener un beneficio si acertamos al escoger bien los activos sobre los cuales apostamos, sin importar cómo se comporte el resto del mercado.

Como inconveniente, precisamente por los productos que permiten la operativa, tendremos que usar productos apalancados. En el caso de los CFD’s tendremos un coste diario, mientras que en el caso de los futuros deberemos aportar garantías.

Si optamos por vender acciones en corto mediante el préstamo de títulos, tenemos que remunerar a quien nos presta los valores. Tanto los costes de financiación de CFDs como el coste del préstamo de títulos, serán más reducidos cuanto más cortoplacista sea nuestra estrategia, ya que sólo abonaremos intereses por los días en que las posiciones permanezcan abiertas.

 

Ejemplo práctico

Si volvemos al ejemplo anterior de Caixabank y Santander, vamos a ver los resultados de la operativa en diversos escenarios para ver qué podemos ganar/perder haga lo que haga el mercado. Hay que aclarar que no se consideran los gastos de financiación asociados a los CFD’s, que reducirían el beneficio o incrementarían la pérdida.

Caso 1: La bolsa sube y ganamos

Posición de partida:

         -Largo 2.500 acciones Caixabank a 2€ acción: 5.000€

           -Corto 1.250 acciones Santander a 4€ acción: 5.000€

           -Total: 10.000€

Posición de cierre:

            -Largo 2.500 acciones Caixabank a 2,5€ acción: 6.250€

           -Corto 1.250 acciones Santander a 4,25€ acción: 4.687,5€

           -Total: 10.937.5€

Ambas acciones han subido, pero como Caixabank ha subido más (25% vs 6,25%), ganamos dinero.

Caso 2: La bolsa sube y perdemos

           -Largo 2.500 acciones Caixabank a 2€ acción: 5.000€

           -Corto 1.250 acciones Santander a 4€ acción: 5.000€

           -Total: 10.000€

Posición de cierre:

-Largo 2.500 acciones Caixabank a 2,5€ acción: 6.250€

           -Corto 1.250 acciones Santander a 6€ acción: 2.500€

           -Total: 8.750€

Ambas acciones han subido, pero como Caixabank ha subido menos (25% vs 50%), perdemos dinero.

Caso 3: La bolsa baja y ganamos

           -Largo 2.500 acciones Caixabank a 2€ acción: 5.000€

           -Corto 1.250 acciones Santander a 4€ acción: 5.000€

           -Total: 10.000€

Posición de cierre:

-Largo 2.500 acciones Caixabank a 1,5€ acción: 3.750€

            -Corto 1.250 acciones Santander a 2€ acción: 7.500€

           -Total: 11.250€

Ambas acciones han bajado, pero como Caixabank ha bajado menos (25% vs 50%), ganamos dinero.

Caso 4: La bolsa baja y perdemos

-Largo 2.500 acciones Caixabank a 2€ acción: 5.000€

-Corto 1.250 acciones Santander a 4€ acción: 5.000€

-Total: 10.000€

Posición de cierre:

-Largo 2.500 acciones Caixabank a 1,0€ acción: 2.500€

           -Corto 1.250 acciones Santander a 3,0€ acción: 6.250€

           -Total: 8.750€

Ambas acciones han bajado, pero como Caixabank ha bajado más (50% vs 25%), perdemos dinero.

Conclusión

Como hemos visto en los ejemplos, con esta estrategia tenemos que preocuparnos sólo de escoger bien los activos. A partir de ahí, poco nos importará si hay Brexit o si el BCE varía los tipos de interés. Como hemos visto, podemos operar con múltiples acciones, CFD’s o futuros, siempre ajustando los números para tener el mismo riesgo tanto en la pata vendedora como en la compradora.