Con la finalidad de intentar homogeneizar la libre circulación de productos y capitales, cada vez es más frecuente que se intenten implementar medidas para que la regulación sea homogénea en todos los estados de la UE. Con esa finalidad, la Comisión Europea ha aprobado un proyecto de reglamento para transferir buena parte de las competencia de supervisión sobre los mercados de valores a una autoridad europea.
Qué es ESMA
ESMA es el acrónimo en inglés de European Security and Markets Authority. Tiene sede en París y sus principales funciones son:
- Fomentar la transparencia en los mercados financieros.
- Seguir y diagnosticar los riesgos que puedan afectar a los inversores, tanto particulares como institucionales.
- Potenciar la coordinación internacional entre los supervisores de los países.
- Hacer de árbitro cuando existan solapamientos o superposiciones entre países.
- Esas son las funciones limitadas que tiene en la actualidad, pero el nuevo proyecto le otorga muchas más.
Nuevas funciones
Hasta ahora, las competencias eran limitadas. La nueva propuesta, aprobada recientemente incluye:
– Abuso de mercado: investigación de casos transfronterizos.
– Control sobre índices de referencia como el Euribor.
– Autorización y supervisión de fondos de inversión.
– Sanciones de hasta 10 Mn€ de euros a empresas, o 1,2 Mn€ a particulares.
Convergencia Europea
El nuevo proyecto pretende que el organismo sea la semilla de un supervisor único europeo para todos los mercados. Una especie de SEC americana. Sin embargo, eso supone que los estados renuncien a buena parte de sus competencias sobre esa materia, y es algo que a nivel político es siempre costoso.
De todas formas, el Brexit puede ser una ocasión para evolucionar en ese sentido, dado que el Reino Unido tradicionalmente siempre ha sido el país más reticente a ceder soberanía nacional en favor del proyecto común.
Sin embargo, si se pretende evolucionar hacia un verdadero mercado único, es necesario que las reglas sean las mismas.