El Brexit es una preocupación que ronda en las cabezas de todos los europeos, por las consecuencias económicas que puede tener para toda la Unión. No sólo están en juego millones de empleos, sino también miles de millones de euros en inversiones entre el Reino Unido y el resto de la Unión Europea, tanto en un sentido como en el otro.
El 23 de junio de 2016 se celebró el referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, en el cual vencieron los partidarios del Brexit, con un ajustado 51,9% de los votos. Se estableció como fecha de la salida el 29 de marzo de 2019, aunque finalmente se ha prorrogado, debido a la incapacidad del Parlamento británico para llegar a un acuerdo acerca de los términos acordados previamente por Theresa May con la Unión.
El efecto sobre las inversiones dependerá también de cómo sea el desenlace, para el que existen varias posibilidades:
- Una salida acordada por las partes, que supondría un perjuicio para ambas, pero más o menos controlado. Ahora mismo, sería la salida normal al resultado del referendo celebrado en el Reino Unido, pero se ha complicado bastante por las diversas votaciones negativas en la Cámara de los Comunes.
- Brexit sin acuerdo: sería la solución que probablemente causaría más daño a ambas economías, con unos efectos difíciles de cuantificar. Podría ocasionar incluso la falta de alimentos básicos o de medicamentos en el Reino Unido, además de una caída de su PIB entre el 6% y el 10% y la huida de diversas multinacionales.
- Ampliación del período transitorio: de momento, el Brexit se ha aplazado hasta el 31 de octubre, pero no sería descartable que se produjese alguna prórroga más -Angela Merkel, por ejemplo, hablaba de un posible aplazamiento hasta principios de 2020-. No sería más que un parche, para luego, volver a alguna de las otras opciones.
- Nuevo referéndum: muchos abogan por realizar una nueva votación, especialmente porque algunas de las afirmaciones que hicieron los líderes pro Brexit resultaron no ser ciertas, cuando no inexactas o directamente falsas.
Cuáles son las cotizadas españolas más afectadas por el Brexit
Entre las empresas que se juegan mucho en el Brexit, se encuentran algunas de las cotizadas españolas más importantes que, como es lógico, ya han comenzado a aplicar planes de actuación preventivos. Repasamos algunas de las afectadas por este evento, y cómo les está afectando la incertidumbre. Indudablemente, hay multitud de factores que afectan a la cotización de estos valores, y no únicamente el Brexit. No obstante, vamos a ver cómo han evolucionado estas acciones desde el comienzo de 2016 hasta ahora.
Banco Santander
La entidad presidida por Ana Patricia Botín es una multinacional implantada en 16 países, además de diversas sucursales de banca mayorista. Esta diversificación contribuye a que el efecto del Brexit sea asumible, aunque el Reino Unido es uno de los mercados importantes, con más de 25 millones de clientes y una aportación al beneficio del grupo que ronda el 13%. La previsible reducción del PIB británico aparejada al Brexit podría traer consigo un descenso del negocio bancario allí, además del efecto divisa que pueda producirse.
Su cotización rondaba los 4,50 euros a principios de 2016. Cayó por debajo de los 3,40 tras el referéndum, aunque posteriormente superó los 6. A finales de abril de 2019 se sitúa en un entorno similar al del principio del período considerado.
Banco Sabadell
Una de las entidades medianas de nuestro país, el Sabadell, también tiene importantes intereses en el Reino Unido, donde reside una parte importante de su internacionalización, ya que adquirió hace unos años el TSB, sexta entidad británica por importancia en ese momento. Además de los 2.400 millones de euros invertidos en 2015 para la compra, la entidad española ha invertido más de 200 millones en la migración tecnológica del banco británico.
Cotizaba en el entorno del 1,60 al principio de 2016. Tras el referéndum, cayó hasta las inmediaciones del 1,20. Posteriormente, llegó a estar cerca de los dos euros, pero a finales de abril de 2019, su cotización ronda el euro por acción.
Ferrovial
Una de las grandes constructoras españolas, Ferrovial, es otra de las afectadas. Su división de construcción se vería afectada en caso de Brexit (especialmente, si éste es “duro”), ya que en el Reino Unido se favorecerían los contratos hacia empresas locales, en detrimento de las que vienen de fuera.
Sin embargo, probablemente tiene más incidencia el área de concesiones y servicios, donde es uno de los líderes mundiales por volumen de inversión, controlando diversas concesiones de puertos, aeropuertos, autovías, suministros, etcétera. Ferrovial Servicios factura en el Reino Unido más de 2.000 millones de libras y cuenta con más de 20.000 empleados.
La compañía es el mayor accionista (tiene un 25%) del aeropuerto londinense de Heathrow, uno de los más transitados del mundo.
La acción de Ferrovial superaba los 20 euros a principios del período considerado. Tras el referéndum, llegó a bajar de los 16, aunque posteriormente se recuperó, y actualmente, cotiza en valores similares a los del inicio, por encima de 20 euros.
IAG
La compañía surgida por la unión de Iberia y British Airways se enfrenta a varios problemas derivados del Brexit. Si éste se produce sin acuerdo, IAG deberá conseguir que la mayoría de su capital sea comunitario, para lo cual ya ha empezado a tomar medidas. Si el porcentaje de accionistas no comunitarios superase el 50%, se arriesgaría incluso a perder los permisos de vuelo.
Además, se vería afectada por un esperado descenso del número de turistas en ambos sentidos, ya que, según la asociación empresarial World Travel & Tourism Council (WTTC), se podrían perder unos 700.000 empleos en el sector turístico, en los próximos diez años, como consecuencia del Brexit.
La aerolínea cotizaba por encima de los 8 euros, pero el Brexit rebajó su cotización a aproximadamente la mitad. Aunque posteriormente llegó a recuperar los 8 euros, actualmente se mueve alrededor de los 6 euros por acción.
Iberdrola
La eléctrica está presente en el Reino Unido a través de Scottish Power, y recientemente, dentro de su plan global, se ha deshecho de sus activos de generación convencional, con su filial británica 100% basada en energía renovable. Así demuestra su apuesta por el mercado británico, en el cual prevé inversiones de unos 5.000 millones de libras hasta 2022, incluyendo el que será el mayor parque eólico del mundo.
La compañía energética rondaba los 6,50 euros a principios de 2016. Tras la votación, llegó a caer por debajo de 5,50, aunque ya en 2017 superó los 7 euros, y actualmente lucha por llegar a 8.
Telefónica
La teleco es uno de los principales operadores del Reino Unido, a través de su filial O2. El Brexit le puede afectar, no sólo en términos de problemas regulatorios o legales (el sector de las telecomunicaciones está muy reglamentado), sino también en materia fiscal e incluso en cuestiones de acceso a los mercados de capitales, ya que es un sector que necesita grandes inversiones.
Telefónica navegaba en el entorno de los 10 euros al principio del período. Después del referéndum, llegó a caer hasta los 7,6, y aunque posteriormente fue capaz de recuperar el terreno perdido, en la actualidad ronda un valor similar al que tenía los días posteriores a la votación.
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