Sin duda, todos somos capaces de conducir un coche. Pero la primera vez que nos montamos en uno, todo nos viene grande: regular el asiento, mirar por los retrovisores, los semáforos en cuesta, salir de las rotondas… Todo lo tenemos que pensar, de todo tenemos que estar pendientes. Al cabo de unos meses, casi sin darnos cuenta, hemos conseguido interiorizar toda la dinámica y hacemos todas las maniobras de modo casi inconsciente: nos hemos convertido en unos conductores expertos.
Con las inversiones ocurre lo mismo. Al principio, puede asustarnos: términos que no conocemos, infinidad de productos a nuestro alcance, los vaivenes del mercado, plazo de inversión… La buena noticia es que, lo mismo que aprendiste a conducir un coche, la conducción de tus finanzas también está a tu alcance.
Si te interesa adentrarte en el mundo de los fondos de inversión, en la siguiente infografía, te hacemos un resumen de las cosas que debes tener en cuenta a la hora de elegir uno.
Y, si quieres ir más allá, también tenemos para ti este curso, donde se profundiza en los principales criterios a tener en cuenta para hacer una correcta selección de fondos de inversión.