Viajar en crucero es controvertido: te encanta viajar en ellos o los odias; aportan riqueza a las grandes ciudades portuarias, al tiempo que las desnaturalizan y contaminan su aire y los mares del planeta. En el siguiente post conocemos el negocio del crucero, ya que la realidad es que 30 millones de personas viajan en crucero cada año y su impacto económico merece una reflexión.
Dos siglos de crucero
Hay egiptólogos que mencionan travesías de placer por el Nilo, ya en el Antiguo Egipto. Pero el concepto moderno de viaje en crucero se remonta a la primera mitad del siglo XIX, donde fue clave el desarrollo de la propulsión naval a vapor. El primer barco con esta tecnología recorrió parte del Sena en 1803, y en 1824 las investigaciones del ingeniero francés Sadi Carnot fueron definitivas para la industria naviera.
En esa época dos de las grandes marcas de cruceros actuales, pertenecientes ahora a Carnival Corporation, fueron pioneras del viaje en barco:
- Peninsular Steam Navigation Company (precursora de P&O) comenzó transportando correo y pasajeros entre Inglaterra y la Península Ibérica en 1837.
- Y en 1840 el transatlántico Britannia, de la compañía British and North American Royal Mail Steam Packet Company (precursora de Cunard), partía por primera vez con mercancía, correo y pasajeros desde Liverpool hacia Boston, pasando por Halifax (Canadá).
Las siguientes décadas fueron clave para el crucero. El Augusta Victoria popularizó los cruceros dentro de la alta sociedad europea de la época a partir de su primer viaje en 1891. Otro navío alemán, el Prinzessin Victoria Luise, fue fabricado para el crucerista de lujo, y empezó a operar la línea Hamburgo – América desde 1900.
Sin olvidar el transatlántico más grande construido hasta entonces, el Titanic, también orientado al crucerista de mayor poder adquisitivo, con todo tipo de comodidades a bordo. Sus únicos cinco días de funcionamiento (10 al 15 de abril de 1912) y su trágico final quedaron grabados en la memoria de varias generaciones gracias a la exitosa cinta de James Cameron de 1997.
Mucho ha evolucionado el viaje en barco desde entonces, pasando de ser un mero medio de transporte a un medio de entretenimiento a bordo de unos pocos privilegiados, y convertirse en la forma tan popular de viaje de nuestros días.
Las cifras del sector del crucero
Según recoge la CLIA (Asociación Internacional de Líneas de Crucero), el sector de los cruceros ha vivido un crecimiento sostenido en la última década:
Antes de conocerse la crisis internacional del COVID-19, a principios de 2020, CLIA estimaba un crecimiento de dos millones de viajeros más para el siguiente ejercicio, rondando los 32 millones de cruceristas. Además, durante el año estaba prevista la botadura de 19 nuevos cruceros.
El principal mercado del crucero es Estados Unidos, con un 50,21% del total cruceristas, seguido de Europa Occidental (23,73%), Asia (14,95%) y Oceanía (5,15%).
El sector del crucero emplea a 1.177.000 personas y factura a nivel global 150 mil millones de dólares. Y en relación al gasto medio por viajero, el crucerista gasta 376 dólares antes de embarcar y 101 dólares en cada escala del crucero; los destinos más demandados son el Caribe (32%) y el Mediterráneo (17%).
Centrándonos en España, de acuerdo con los datos de CLIA, la edad media del crucerista español en 45 años, y la franja de edad más habitual es de 50 a 59 años. En 2018 viajaron en crucero 530.000 españoles, con una estancia media a bordo de 7,3 días.
En cuanto a España como país receptor de cruceros, Puertos del Estado registró 10,1 millones de pasajeros en buques de crucero en los puertos españoles a lo largo de 2018, acumulando seis años de crecimiento. Según la entidad dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, en 25 años la cifra de cruceristas que pasan por España cada año se ha multiplicado por 20 (solo se registraron 480.000 en 1992).
De esos más de diez millones de viajeros, el 67,7% pasó por alguno de los puertos del litoral mediterráneo (Barcelona, Tarragona, Castellón, Valencia, Alicante, Cartagena, Motril, Málaga, Ceuta, Melilla o Baleares), siendo Barcelona y Baleares los más demandados.
Como último apunte, las estadísticas de CLIA reflejan que el sector de los cruceros emplea a más de 30.000 personas en España y aporta casi 1.500 millones de euros a la economía del país.
Principales compañías de cruceros y retos del sector
Desde la aparición de aquellas primeras navieras especializadas en viajes en barco, el sector se ha concentrado en unas cuantas compañías que aglutinan un elevado porcentaje de cruceros.
La principal compañía es Carnival Corporation & plc, el enorme conglomerado con marcas de prestigio como P&O, Costa, Holland o Seabourn, con un 41,8% de la cuota de mercado global. Seguida por Royal Caribbean (23,3%), Norwegian Cruise Line (9,4%), MSC Cruises (8%) y Genting Hong Kong (4,6%).
La recuperación económica, lejos ya de la crisis financiera de 2008, junto con el auge del sector turístico, han sido capaces de compensar una mayor competencia y el impacto negativo derivado de sus cada vez más conocidas repercusiones medioambientales.
Este rechazo se ha vuelto más palpable en las principales ciudades portuarias, tras publicarse informes que, como referencia, indican que los mega barcos contaminan el aire de España cinco veces más que los automóviles.
El motivo es el carburante utilizado, fuelóleo, más barato y muy contaminante por sus altas emisiones de óxidos de azufre (hasta 60.000 ppm, 10 ppm emite un camión diésel). La legislación se ha endurecido a partir de 2020, pero aún así, los niveles de contaminación permitidos siguen siendo elevados.
La solución planteada por el sector para cumplir con una normativa que crece en exigencias y un cliente cada vez más preocupado por el medio ambiente pasa indiscutiblemente por cruceros más verdes, a través de las siguientes medidas:
- GNL (gas natural licuado) en lugar de fuelóleo, para eliminar o reducir al máximo las emisiones de partículas y gases tóxicos.
- Instalación de nuevos sistemas de filtrado de emisiones.
- Implementación de sistemas avanzados para el tratamiento de aguas residuales.
- Equipamiento e instalaciones en puertos para suministrar energía eléctrica limpia, en vez de mantener los motores siempre en funcionamiento.
Aunque, sin duda, el principal reto que afronta el sector de los cruceros es la crisis del COVID-19. El bloqueo internacional del turismo debido a la pandemia del coronavirus ha llevado a las tres principales compañías (Carnival, Royal Caribbean y Norwegian) a perder un 80% de su cotización. Goldman Sachs estima una caída de beneficios de más del 50% en 2020 y una lenta recuperación, supeditada al fin de la crisis sanitaria, una vez controlada la pandemia, y a la posterior recuperación económica global, con el foco en el sector del turismo..
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