La volatilidad mide la variación en los precios que tiene un activo respecto a su media, es decir, a mayor volatilidad, mayores vaivenes presenta un mercado en concreto y menos estable es. Se puede interpretar como una medida del riesgo de una inversión.
Invertir en volatilidad puede resultar una herramienta muy interesante para inversores que quieran protección contra un desplome repentino del mercado. Es muy utilizado para cubrir posiciones en bolsa a corto y medio plazo, y así limitar pérdidas en caso de que la evolución de nuestra inversión no sea la que esperábamos.
El índice más utilizado para medir la volatilidad futura es el VIX, que elabora el mercado de opciones de Chicago (CBOE) desde 1993, y se calcula en base a la volatilidad implícita de las opciones del índice S&P 500 sobre un periodo de 30 días. Si el VIX sube significa que hay más inversores cubriendo sus posiciones en renta variable mediante la contratación de opciones. Es por ello que coloquialmente se le haya definido como ‘el índice del miedo’.
La media histórica del índice VIX (que se empezó a estudiar en 1990) es de 19 puntos. En agosto de 2015 vimos repuntes del mismo coincidiendo con las noticias sobre la desaceleración de China, que tuvo un impacto representativo en todos los mercados financieros del mundo.. Echando una mirada al pasado, vemos cómo el índice llegó a marcar una lectura de 89 puntos en algunos momentos de 2008, en plena crisis subprime (hipotecas basura). El nivel alcanzado en agosto de 2015 es similar al que se produjo en el punto álgido de la crisis de deuda europea en verano de 2011.
En resumen, el VIX se trata de uno de los indicadores que mejor predice el comportamiento de la bolsa de cara a las siguientes semanas e históricamente ha mostrado una correlación negativa (aunque no llega a ser perfecta) con los mercados de acciones, como podemos ver en el gráfico:
Existen distintas formas de invertir en este indicador, mediante productos que replican su comportamiento:
ETF: tanto en el mercado de Estados Unidos como en el Europeo cotizan ETF que replican la evolución de los futuros de distintos plazos sobre el índice VIX. Algunas alternativas son:
- ProShares VIX Short-Term Futures ETF (VIXY): replica la evolución de los futuros sobre el índice VIX a corto plazo.
- ProShares VIX Mid-Term Futures ETF (VIXM): replica la evolución de los futuros sobre el VIX a medio plazo.
- ProShares Ultra VIX Short-Term Futures ETF (UVXY): multiplica por dos la variación diaria de los futuros a corto plazo sobre el índice VIX. Tiene un riesgo mayor que los anteriores, siendo superiores las pérdidas en caso de movimientos desfavorables a la inversión realizada.
- ProShares Short VIX Short-Term Futures ETF (SVXY): ofrece la posibilidad de aprovechar caídas de los futuros sobre el VIX a corto plazo, al replicar diariamente a la inversa los movimientos de estos instrumentos.
- Lyxor ETF S&P 500 VIX Futures Enhanced Roll (VOOL GR): incorporado en Luxemburgo, replica la evolución tanto al alza como a la baja del VIX.
- Lyxor ETF Dynamic Long VIX Futures Index (VOOX GR): con base también en Luxemburgo, el objetivo del fondo es replicar el comportamiento del VIX.
- Lyxor ETF Unleveraged S&P500 VIX Futures Enhanced Roll (ULVO FP): fondo incorporado en Francia que tiene una exposición del 50% tanto a las subidas como a a las bajadas del índice VIX.
Futuros sobre el índice VIX: existe la posibilidad de operar directamente en futuros del mercado de Chicago (Chicago Board Options Exchange). La operativa con Futuros está dirigida a inversores que deben tener experiencia y conocimientos financieros suficientes para invertir en este tipo de productos. La inversión en estos productos requiere una vigilancia constante de la posición ya que comportan un alto riesgo, y puedes tener unas pérdidas mayores a la cantidad inicial desembolsada.
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