El 2015 comienza tal y como acabó 2014, con mucha volatilidad y las mismas preocupaciones encima de la mesa: la crisis política en Grecia, el desplome del petróleo y la amenaza de deflación en la Eurozona.
Las bolsas europeas han vivido una de las peores jornadas de los últimos años, con caídas del -3% de media. En el mercado de deuda los más castigados han sido los bonos periféricos, con repuntes de las primas de riesgo (+10 puntos en España, +8 en Italia y +35 en Grecia). El euro se ha debilitado y ha llegado a cambiarse por debajo de los 1,19 dólares. Todo lo contario le ha ocurrido a los considerados activos refugio: suben el oro y los precios de la deuda pública americana.
Sobre la situación en Grecia, los inversores han especulado con una hipotética salida del país de la Unión Monetaria, lo que crearía un precedente único y generaría gran desconfianza en el proyecto europeo. Los próximos días estarán marcados por la campaña electoral y las encuestas sobre la intención de voto de cara a las elecciones anticipadas que tendrán lugar el 25 de enero.
Los precios del petróleo se han desplomado y marcan nuevos mínimos desde 2009. El barril Brent ha caído en una sesión más de un -6%, por debajo de los 55 dólares. El motivo aparente ha sido la publicación de un aumento de producción en Rusia y un incremento de las exportaciones por parte de Irak. Ante este escenario de mayor oferta y ralentización de la demanda, no es de extrañar que los precios del crudo hayan reaccionado de esta manera.
En cuanto a la inflación en la zona Euro, el IPC de Alemania es poco esperanzador. En diciembre se situó en el 0,2% (una décima menos de lo previsto) en lo que supone la cifra más baja desde octubre de 2009. Así pues, están sonando las alarmas de que la inflación de la Eurozona pase a ser negativa, por lo que se esperan nuevos estímulos por parte del BCE.
Dentro del Ibex, que ha cedido hoy un -3,45% y pierde los 10.000 puntos, los que más han sufrido han sido los bancos, las constructoras y Repsol (-5,84% hasta 14,66€). Solo la aerolínea IAG (a la que la caída del precio de los combustibles le beneficio) ha logrado cerrar en positivo: +1,45%.
En el MAB Carbures ha centrado la atención al haber vuelto a cotizar después de tres meses. En su reaparición sus acciones han perdido un -66%.