Jornada atípica la de hoy. El Ibex ha comenzado la sesión plano para, pocos minutos después, llegar a perder más del -2,50%. La razón no ha sido otra que la oleada de ventas dentro del sector bancario, que no levanta cabeza. Finalmente ha limitado los números rojos al -0,72%, hasta los 10.328 puntos.
Mientras tanto, al resto de índices europeos les ha ido bastante mejor: el DAX ha batido nuevos máximos tras subir un +1,25%, la bolsa de Atenas ha remontado un +5%, y otros selectivos como el CAC francés o el FTSE británico han avanzado un +0,50%.
El sector bancario ha borrado al cierre el pánico de los inversores. Bankia ha llegado a ir cediendo casi un -8% en algunos momentos, aunque ha cerrado la sesión con pérdidas de ‘solo’ el -0,7%. La entidad está acusando que todavía no se sepa quién se hará cargo de las reclamaciones que está recibiendo por las pérdidas que han sufrido los inversores que acudieron a su OPV.
Otra que se ha mostrado bajista ha sido Telefónica (-2,7%), después de que varios medios apuntaran a una supuesta ampliación de capital de la compañía. Por el momento, la empresa no se ha pronunciado al respecto de manera oficial.
El petróleo encadena su segunda sesión consecutiva al alza, lo que le ha hecho recuperar los 53$ en el caso del barril Brent. Buena noticia para las petroleras (Repsol +1,79%), para las empresas que prestan servicios a éstas (Técnicas Reunidas +3,22%), e incluso para las que se dedican a las energías renovables, ya que un petróleo más caro podría provocar más inversiones en este sector.
Sin noticias relevantes desde Grecia, los mercados de deuda se han mantenido relativamente tranquilos. Aun así, la prima de riesgo española ha repuntado 6 puntos básicos, hasta los 118.
Wall Street, que también está abonada a la volatilidad, cotiza a unas horas del cierre en terreno positivo. Suben de manera especial petroleras como Chevron o Exxon Mobil, qu antes de la apertura ha presentado resultados mejor de lo esperado.