Continúa sobrevolando en Europa un tono negativo tras el anuncio de las elecciones anticipadas en Grecia, habiendo cerrado en rojo las principales bolsas del viejo continente. Las bolsas europeas han cerrado con signo negativo: El CAC 40 es el que más pierde con -1,68%. Le siguen el FTSE100 con -1,30%, y el Dax con -1,22%. El que menos pierde es el italiano FTSE MIB con -0,62%.
El partido de Syriza sigue ganando enteros para llevarse de calle las elecciones, aunque lo positivo es que ha comenzado a moderar su discurso y parece ser que tenderá puentes con Europa. Por otro lado, el barril de Brent ha acentuado su caída un -1,02% situándose en 55,72 US$/barril, convirtiéndose en cómplice del país heleno en los descensos ocurridos en la sesión.
Previsiblemente las turbulencias seguirán hasta las elecciones del 25 de enero y hasta la Reunión del BCE, donde se espera con relativa ansiedad que Mario Draghi mueva ficha y dé más datos sobre la compra de bonos soberanos y corporativos.
El Ibex 35 cae por debajo de los 10.300 puntos dejándose un -1,11% y cerrando finalmente en 10.279,20 puntos. IAG ha acabado siendo el valor con mayor recorrido alcista con +1,74%, mientras que su contraparte ha sido Sacyr con un descenso de -4,16%.
El IPC español ha sufrido un recorte de -1,1% frente al dato estimado de -0,7%, principalmente debido a la caída de los precios del petróleo.
La rentabilidad del bono español se sitúa en mínimos históricos con 1,60% mientras que la prima de riesgo ha acabado la sesión en 106,73 puntos.
Entre las noticias corporativas ha estado el resultado de la OPA sobre Deoleo; CVC ha elevado su participación en Deoleo hasta el 48% frente al 29,99% anterior, después de que un total de 208,96 Mn de acciones de la empresa aceitera acudiera a la OPA. Recordemos que el pasado 11de diciembre el grupo inversor mejoró la oferta inicial de 0,38€ a 0,395€/acción, cuando la CNMV argumentó que el precio inicial no era equitativo.
Los índices americanos se han contagiado de los sucesos en Europa y caen cerca del -0,3%. El dato de confianza del consumidor del mes de diciembre ha sido positivo, creciendo hasta 92,6, aunque ha quedado ligeramente por debajo de las previsiones. La continua caída de los precios del petróleo (que facilitan una mayor disponibilidad de liquidez a las familias), junto con el mayor crecimiento del empleo en EE.UU. desde el año 1999 y los índices situados en máximos históricos, está llenando de optimismo la economía americana y sentando las bases para una mejora significativa de la misma en 2015.