El Ibex despide la semana con una subida del 0,81% en la sesión del viernes, que se ha producido en medio de una sesión marcada por la cuádruple hora bruja, lo que suele acarrear una mayor volatilidad y volumen de contratación.
En EE.UU., Wall Street sigue su buena senda a pesar de un dato de confianza del consumdor peor de lo esperado. Los principales índices (a excepción del Nasdaq) marcan máximos anuales, al igual que el petróleo y el eurodólar.
Tras unas semanas en las que no se ha hablado de otra cosa que de las reuniones del BCE y la Fed, los mercados quedarán algo huérfanos de citas importantes a las que agarrarse para seguir rebotando. La agenda macroeconómica podría volver a ganar relevancia.