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El GAD: un método para operar en bolsa aplicando las matemáticas

Bien es sabido que para ser un inversor con unas rentabilidades interesantes en bolsa a largo plazo no es necesario ser un experto en analizar balances de empresas, o en saber interpretar complejos indicadores y gráficos utilizados por los analistas del análisis técnico.

Además, muchos tenemos escasez del tiempo necesario para dedicarnos a decidir en qué empresas o productos invertir. Podemos fiarnos de las recomendaciones de expertos o de la prensa especializada, contratar los servicios de un asesor de inversiones, o bien podemos optar por un sistema de inversión sistemática que nos diga cuándo comprar o vender.

¿Qué es el GAD?

En la década de los 70, Robert Lichello era un inversor que llevaba mucho tiempo investigando métodos de inversión sistemática en bolsa que le permitieran obtener una rentabilidad lo más segura posible dada la inestabilidad propia de esa época (recordemos que se produjeron las crisis del petróleo, que generaron mucho ruido en los mercados).

Por eso, la pretensión del autor era tener una forma automática que le abstrajera de todo ese ruido y le indicara cuándo vender y cuándo comprar para obtener una rentabilidad sostenible a largo plazo. Un sistema que le protegiera de las grandes caídas a cambio de posiblemente perderse algunas grandes subidas. Su pretensión era optimizar la relación rentabilidad/riesgo. El autor elaboró diversos métodos de inversión bajo esa premisa: el GAD (GIA), Twinvest o Syncrovest.

El GAD fue la culminación de 6 años de trabajo del autor. Lo probó en toda clase de mercados: al alza, a la baja y laterales. En todas las situaciones lograba proteger su capital, obteniendo además una rentabilidad por ello. Conceptualmente se trata de ir comprando acciones cuando bajan de precio e ir vendiéndolas cuando suben. De ese modo, el promedio de compra de las acciones es bajo, y el promedio de venta es alto.

El sistema GAD se basa en una fórmula matemática que al ser sistemática se convierte en método, y que nos da órdenes de entrada cuando el mercado baja y órdenes de salida cuando sube. El importe será proporcional a la caída o subida, y siempre dispondremos de liquidez para seguir comprando si el mercado baja. De ahí la importancia de la gestión de riesgos, para seguir “vivos” en el mercado con más munición para seguir disparando.

 

Los partidarios del sistema GAD apuntan a estas ventajas

Cuándo comprar y cuándo vender

Como ya hemos comentado, la filosofía de este método es a largo plazo y trata de comprar barato y vender caro (una obviedad), pero digamos que sigue un movimiento contrario.

Compramos cuando los valores bajan y vendemos cuando suben, es decir vamos contra tendencia, porque se espera que el mercado tienda a converger y por tanto, estos movimientos bruscos son puramente temporales, y nos permiten entrar y salir generando con ello un beneficio, protegiendo siempre nuestra liquidez para posteriores caídas.

Si invertimos 5.000€ y bajan a 4.000€, el sistema nos dará orden de compra y, por tanto, estaremos rebajando el coste medio de compra, de forma que si las acciones vuelven al punto original habremos ganado dinero.

Si por el contrario invertimos 5.000€ y subimos a 6.000€, el sistema nos dará orden de venta sobre una parte de nuestra cartera, obteniendo más liquidez que podremos utilizar cuando haya nuevas caídas en el precio.

En definitiva, el sistema GAD trata de corregir los excesos del mercado, rebajando costes medio en las bajadas, y reduciendo riesgo en las subidas tomando beneficios.

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