Para ir conociendo mejor qué quiere decir esa palabra que suena tan amenazante, comenzaremos diciendo que la palabra endeudamiento viene de deuda, del latín debita. Su significado hace referencia a la obligación de alguien que ha adquirido el compromiso de pagar algo o de devolver un dinero.
Financieramente es justo lo mismo, pero se considera una herramienta primordial para que tanto las organizaciones como las personas puedan conseguir sus objetivos. Por tanto, podemos diferenciar dos tipos de endeudamiento: el endeudamiento personal o familiar y el endeudamiento de las sociedades.
Endeudamiento empresarial
Las empresas se sirven del endeudamiento habitualmente y conviven de forma totalmente natural con él. De hecho, el endeudamiento es el conjunto de todos los recursos financieros de origen externo y pagos pendientes que se acumulan en una sociedad.
Puede ser algo tan sencillo como una factura que la empresa XYZ S.A. debe pagar a su proveedor de papel de impresora por el pedido que ha hecho a principios de mes. Hasta que no pague a final de mes al proveedor de papel y cancele la cuenta pendiente, ese importe formará parte del endeudamiento de XYZ S.A..
O más fácil aún: Si XYZ S.A. necesita cambiar las impresoras por unas más grandes pero no tiene el dinero necesario en ese momento, puede recurrir al banco para que le concedan un préstamo. El importe que el banco deje a XYZ S.A. será también deuda de la sociedad hasta que se devuelva todo el capital prestado.
Así, el endeudamiento es algo consustancial a las empresas. Por poner un ejemplo, resultaría complicado que una empresa dedicada a la construcción dispusiera en sus arcas del 100% del importe que le supone construir una gran autovía y que no necesitara financiación para acometer el proyecto. Lo normal, pues, es que la empresa tenga que pedir prestado, ya sea al banco ya sea a posibles inversores a través de una emisión de deuda.
Endeudamiento personal
De la misma manera que las empresas requieren de financiación externa para abordar objetivos de negocio, las personas a menudo también necesitamos endeudarnos para poder pagar los estudios de los hijos, comprar un coche nuevo, etc. Aunque muchos quieran huir de los bancos para conseguir dinero, es algo tan común como necesario, salvo que nos vayan muy bien las cosas y podamos permitirnos pagar todo de golpe, aunque eso no es lo más frecuente.
Habitualmente, no solemos disponer de 20.000 euros para la compra de un coche o de 300.000 para comprarnos una casa. Lo normal es tener que recurrir a la financiación que nos ofrecen, en el primer caso, las compañías financieras (propias o asociadas) de las marcas de coches, o tirar de hipoteca con el banco en el caso de adquisición de una vivienda.
Según el estándar reconocido, un nivel de endeudamiento familiar correcto no debe superar el 35%, o el 40% como mucho. Pero, ¿qué es el nivel de endeudamiento?
Nivel de endeudamiento
El nivel de endeudamiento familiar es algo tan sencillo como dividir nuestro total de pagos mensuales asociados a las deudas adquiridas, entre los ingresos que recibamos cada mes.
El resultado que vamos a tener es un porcentaje que debería ser inferior a ese 35% del que hablábamos antes para que estemos en una situación cómoda para afrontar la deuda sin mayores problemas.
Imaginemos que ganamos al mes 1.500 euros y tenemos unos pagos totales por las deudas adquiridas (la compra de un coche y un pequeño préstamo para reformas del hogar) que asciende a 525 euros. Si dividimos 525 entre 1.500, nos dará exactamente 0,35, justo el 35% recomendado.
Si el porcentaje se acerca o supera al 40% quiere decir que posiblemente estemos asumiendo más deudas de las que podemos hacer frente y deberíamos empezar a tomar medidas serias para pagar menos cada mes.
En cuanto al endeudamiento empresarial se refiere, éste se calcula de forma similar, pero cambiando los pagos mensuales de la deuda por el total de la deuda de la empresa (a corto y a largo plazo) y los ingresos por todo el pasivo:
Nivel de endeudamiento empresarial = Total deuda / Pasivo
Como las empresas son un flujo constante de proyectos de futuro que llevar a cabo y objetivos que cumplir, necesitan tener más recursos disponibles y para ello se sirven del endeudamiento. Aunque el endeudamiento puede variar mucho en función del tipo de empresas de que se trate, un nivel razonable podría estar entre el 50% y el 60%.