Icono del sitio El blog de SelfBank by Singular Bank

El dilema del viejo smartphone, o el precio de estar tecnológicamente al día

¿Cuántas veces nos hemos planteado si ya es hora de cambiar el móvil? Independientemente de cuándo hayamos comprado el que tenemos ahora o si éste todavía va bien, por nuestra cabeza a veces pasa la idea de tener el último modelo que ha salido al mercado. En el metro, en el autobús, por la calle, cada día vemos teléfonos más modernos que el nuestro y entonces lo tenemos claro: no estamos tecnológicamente al día. En Ahorrando que es gerundio, vamos a reflexionar a continuación sobre cuánto nos cuesta estar tecnológicamente al día.

¿Cuándo cambiamos de móvil los españoles?

Puede que muchos coincidamos con lo que nos revelan los siguientes dos estudios si recordamos la fecha en que compramos el último móvil y consideramos las veces que nos hemos planteado adquirir uno nuevo:

Justamente un año y medio es la permanencia mínima que establecen muchos operadores móviles cuando nos compramos un teléfono vinculado a un contrato. Todo cuadra, para que el terminal no sea un impedimento en el uso de los servicios móviles (llamadas, redes sociales, Internet…), los usuarios queremos tener un teléfono de última generación.

¿Por qué solo 18 meses?

La forma de vestir, el coche o el móvil forman parte de la imagen que proyectamos a la sociedad. Sin embargo, no cambiamos de automóvil hasta que no funciona bien el que tenemos o las reparaciones se vuelven demasiado frecuentes. Muchos españoles tenemos un coche de más de cinco años, ¿sucede igual con el móvil? Evidentemente no.

¿Y qué pasa con los demás aparatos eléctricos que son parte de nuestra vida, como el televisor, la lavadora o el frigorífico? Hoy día el precio de un teléfono móvil es fácilmente superior a cualquiera de ellos y aunque salgan modelos nuevos, más eficientes y de mejores prestaciones, no los renovamos con tanta frecuencia como el móvil.

¿Por qué cambiamos de móvil?

Porque es el aparato tecnológico que más usamos. Pensemos que el uso que le damos al teléfono multiplica la utilidad de cualquiera de los aparatos anteriores. Basta con saber que los españoles consultamos el smartphone 150 veces al día según revelaba el informe sobre la Sociedad de la Información en España (SIE) de 2013.

Parecen muchas, pero consideremos que estamos 100% conectados a las novedades en las redes sociales, lo usamos para el e-mail, organizar nuestro calendario, tomar notas, de GPS, leer la prensa, juegos, consultar en Internet y hasta para ver la hora. Y, sí, también para llamar.

Porque queremos estar al día tecnológicamente. Apple, Samsung, Sony y los demás fabricantes de móviles sacan al mercado su modelo tope de gama o buque insignia cada año. De modo que si somos fieles a una marca, cuanto más tardemos en adquirir el último modelo desde su lanzamiento, menos tiempo estaremos tecnológicamente al día.

En este punto se suele hablar de obsolescencia programada y surgen discusiones sobre si las aplicaciones y el firmware que van apareciendo solo sirven para los terminales de una determinada antigüedad y de ese modo nos «obligan» a adquirir uno más moderno, o si verdaderamente están programados para exprimir mejor el hardware más reciente.

Porque realmente necesitamos uno nuevo. Aunque aquí también influyen las decisiones personales, cuánto usamos el móvil y la capacidad económica, algunos factores que pueden determinar que renovemos el móvil pueden ser:

¿Cuánto nos cuesta estar tecnológicamente al día?

Fijándonos en los precios de salida al mercado de los buques insignia de los principales fabricantes, que siempre es superior a 600€ en el modelo más básico, como mínimo estar al día en el modelo de móvil nos costará:

Si nos acogemos a un contrato de permanencia con el operador, el desembolso inicial por el teléfono será menor pero nos comprometemos a pagar 18 o más meses una tarifa determinada, con lo que al final de la permanencia el gasto en telefonía habrá sido, por lo menos, el mismo.

Conclusión para ahorradores

Cambiar de teléfono dependerá de nuestra capacidad económica, del uso personal y de la importancia que le demos al móvil y a estar conectado. Pero para estar al día con el último modelo, como hemos visto, se nos irán más de 300€ de media al año que bien nos podríamos ahorrar saltándonos una generación de nuevos smartphones.

Y no queda solo en el smartphone, podríamos extender esta reflexión a las tablet, smartwatch y al cada vez más abandonado portátil.

Salir de la versión móvil