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El balance de situación de una empresa

Dentro del análisis fundamental como método de selección de valores para una cartera de inversión, la tarea básica que se lleva a cabo es el del análisis de los estados financieros tanto de la compañía en la que nos interesaría invertir como del resto de las empresas de su sector que son competencia directa.

Uno de los documentos más importantes que conforman los estados financieros de una empresa es el balance de situación.

El balance de situación nos muestra cuál es la situación patrimonial de la empresa en un determinado momento (31 de diciembre normalmente), pudiendo así ver cuál es la relación entre los activos, los pasivos y los fondos propios de la empresa en un momento dado.

Los activos de una empresa son los bienes y derechos que ésta posee, y podemos diferenciar entre activo corriente y activo no corriente.

Activo corriente son aquellos bienes y derechos de la empresa que permanecen en su posesión por menos de un año, tales como las existencias, efectivo disponible en las cuentas de la empresa o derechos de cobro.

El activo no corriente está formado por aquellos bienes y derechos que se encuentran en posesión de la empresa durante un periodo superior a un año, tales como maquinaria, instalaciones, patentes…

Por su parte, los pasivos de una empresa son las fuentes de financiación externas a las que acude, pudiendo diferenciar también entre pasivo corriente y pasivo no corriente.

Por pasivo corriente entendemos las deudas que tiene la empresa en el corto plazo, mientras que por pasivo no corriente, las deudas que tiene la empresa en el largo plazo.

Por último, está el concepto de patrimonio neto, que no es más que la financiación propia de la empresa mediante las aportaciones de los socios accionistas y las reservas legales que debe mantener la empresa.

Pues bien, relacionando estos conceptos (activo, pasivo y patrimonio neto), podemos obtener mucha información acerca de cuál es la situación patrimonial de la empresa y poder así tener más claridad a la hora de tomar una decisión de inversión.

Podemos, por ejemplo, calcular cuál es el nivel de apalancamiento (endeudamiento) a través de la siguiente expresión: (activo corriente + activo no corriente / pasivo con entidades financieras).

Podemos calcular la liquidez de la empresa mediante la siguiente expresión: (activo corriente /pasivo corriente) x 100. Lo ideal sería que el resultado fuese mayor a 2.

También podemos calcular la solvencia de la empresa mediante la siguiente relación: (activo corriente + activo no corriente/ pasivo corriente + pasivo no corriente) x 100. Lo ideal es que el valor sea superior a 1,5.



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