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Debajo del colchón: el lugar más seguro para perder tu dinero poco a poco

Cuando ahorramos, tomamos la decisión de renunciar a gastar dinero en el momento presente, para tener un excedente que podemos destinar a tenerlo en un colchón de seguridad o invertirlo en busca de una rentabilidad que lo haga crecer. Últimamente está de moda el concepto de independencia financiera, que va unido ineludiblemente al ahorro. Pero el problema es que, ahorrar no nos garantiza tener más dinero en el futuro. Debemos luchar contra un factor que erosiona nuestro ahorro, que a menudo no se le da la importancia pero sí la tiene a largo plazo: la inflación.

¿Qué es la inflación?

La inflación es un término económico que trata de medir las variaciones en el coste de la vida, cuál ha sido el aumento de los precios de los diferentes productos y servicios de un país. Es decir, en un mundo en el que no existiera la inflación, las cosas seguirían costando hoy lo mismo que hace 50 años (y la mayoría de los salarios estarían en esa misma línea).

La evolución de los precios de un país pueden tener los siguientes escenarios:

-Inflación: Se entiende como el estadio normal de una economía en su conjunto. Lo normal es que la generación de riqueza implique que esa riqueza llegue a todas las capas: si las empresas venden más, se incrementan los salarios, y si éstos suben, los precios de los productos también lo harán (ley de oferta y demanda).

-Deflación: Se trata de una caída continuada de los precios durante varios meses. Para los economistas clásicos se considera el síntoma claro de una economía enferma, ya que entre otros, provoca dos efectos que distorsionan enormemente la economía:

-Aplazamiento de las compras: si los compradores creemos que mañana será más barato comprar, nadie compra y es un círculo vicioso.

-Las deudas cada vez tienen menos valor, algo que va en contra de la lógica económica.

-Desinflación: Podríamos situarlo como un punto por encima de la deflación, ya que no supone una caída de precios, pero sí una desaceleración. Es decir, siguen creciendo pero a un ritmo menor.

-Estanflación: Es un fenómeno que se considera raro, y que implica un gran crecimiento de la inflación sin que vaya acompañado de un crecimiento económico. Tradicionalmente ha ido ligado a incrementos bruscos del precio del petróleo.

¿Qué efecto produce?

El efecto que produce la inflación es un crecimiento nominal de la mayor parte de elementos de una economía: las ventas, los salarios, los precios, los suministros… Lo más frecuente, tanto en los convenios colectivos como en las pensiones hasta ahora eran incrementos que al menos igualen la inflación real, de forma que no se pierda poder adquisitivo.

Con los recientes problemas de sostenibilidad del sistema, en la última reforma se ha asegurado un incremento de las pensiones del 0,25%, pero si la inflación sube por encima de esa magnitud, implicaría una reducción en términos reales de las pensiones. Lo mismo sucede si nuestra empresa no nos sube el sueldo un año, pese a que nuestra nómina siga mostrando el mismo importe. La realidad es que podremos comprar menos cosas, por tanto es una bajada de sueldo implícita.

¿Qué sucede si guardamos el dinero bajo el colchón y van pasando los años?

Con la crisis de las preferentes y las dudas sobre la continuidad del euro y de la solvencia sobre algunas entidades bancarias, seguro que no pocas personas se han planteado quitar el dinero de los bancos y guardarlo debajo del colchón.

Además del riesgo evidente para la seguridad de nuestros ahorros si tenemos alguna visita inesperada a nuestro hogar, a largo plazo resulta un mal negocio. Supongamos que en el año 0 tenemos unos ahorros de 50.000€ y que nuestros gastos anuales ascienden a 15.000€. Hoy con ese dinero, cubriríamos 3,3 años de nuestros gastos. Veamos qué sucede si guardamos el dinero en nuestro colchón y fijamos la inflación en un 3%:

Vemos claro como la inflación va limando el valor del dinero que tenemos en el colchón. Alrededor de 20 años después, nuestra capacidad habrá quedado reducida a la mitad, y en el año 41, ni siquiera podríamos cubrir los gastos de un año.

Debajo del colchón: el lugar más seguro para perder tu dinero poco a poco

Por tanto, como hemos visto, el colchón es el sitio más seguro en el que nuestro dinero perderá valor cada día que pase. Por ello, según nuestro perfil ahorrador deberíamos tener la obligación de como mínimo, invertir nuestros ahorros en productos que no nos hagan perder dinero, es decir, cuya rentabilidad al menos iguale a la inflación.

Ahora mismo, con una inflación cercana a 0 no perderíamos mucho valor, pero hace unos años con una inflación por encima del 2% y unos tipos de interés en el 4%, al menos deberíamos haber contratado un depósito a plazos que rentara por encima de ese 2%. Si queremos que nuestro patrimonio no sólo se mantenga sino que crezca, podemos buscar fondos de inversión o inversión directa en acciones según nuestro perfil.

 

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