Hay una serie de productos que nos ofrece nuestro banco que resultan bastante sencillos de comprender pero que por sus peculiaridades pueden inducir a error en algunos casos. Las mayores dudas surgen en las diferencias entre las tarjetas de crédito y de débito, y entre las posibilidades que nos ofrecen las cuentas corrientes y las remuneradas.
Tarjetas
El apellido que llevan puede confundir a muchos. ¿Sabías que una tarjeta de crédito no implica necesariamente que vayas a pagar intereses? Estas son las características de una y otra:
Tarjetas de crédito
Permiten pagar a final de mes sin intereses; solo acarrean el pago de intereses si deseamos aplazar el pago.
Agrupan en un único extracto todas las compras del mes, lo que puede ser muy útil para ver de un solo vistazo y de forma organizada los gastos del mes anterior.
Tarjetas de débito
Se cargan inmediatamente en la cuenta los pagos y compras.
Solo nos permiten realizar el pago si hay dinero en la cuenta corriente a la que está asociada.
Para ver a final de mes el gasto realizado con esa tarjeta, deberemos buscar uno a uno los cargos que se han hecho en nuestra cuenta corriente, y sumarlos.
Cuentas bancarias
Cuenta corriente
Admite domiciliación de recibos
Es la cuenta a la que van asociadas las tarjetas de crédito/débitoajeros
Cuenta de ahorro
No permite domiciliar ni recibos ni la nómina.
No pueden estar asociadas a una tarjeta de crédito/débito
Son muy útiles para sacarle rentabilidad a nuestros ahorros
A diferencia de los depósitos, podemos disponer de nuestro dinero en cualquier momento