Las tensiones geopolíticas tienen consecuencias en los equilibrios comerciales de los diferentes países. A la guerra de Ucrania se unen otras situaciones que ya vienen de lejos, como la guerra comercial entre China y Estados Unidos, o los propios objetivos de la potencia asiática de cambiar su modelo económico para dejar de ser la fábrica del mundo.
El sector tecnológico es uno de los principales afectados por estos vaivenes, como se ha notado, por ejemplo, con la carencia de microchips que se está viviendo. Y una de sus principales compañías, Apple, ha anunciado sus planes para ir trasladando su producción de China a India, no sólo de su último smartphone —el iPhone 14— sino también de una parte de otros dispositivos, entre ellos, los iPad, los Apple Watch, los MacBook y los AirPods.
¿Por qué Apple se llevará la producción del iPhone 14 de China a India?
Apple ha argumentado diversas motivaciones para trasladar la producción de su flagship, entre otras, reducir la brecha tecnológica entre ambos países y atender más directamente la demanda local.
No obstante, posiblemente la razón principal sea la de incrementar la diversificación y reducir la dependencia de China, en un momento en el que a las circunstancias citadas al comienzo (guerra comercial y cambio de modelo económico) se suman las incertidumbres producidas por la pandemia y la política cero covid seguida por el Gobierno.
El iPhone no es novedad en la India, ya que en los últimos años ya se había comenzado a desviar parte de la producción a dicho país: en 2021 ya se fabricó allí aproximadamente un 3% de la producción —unos 7,5 millones de unidades— y para el 2022 se espera superar los 11 millones.
¿Qué países fabrican iPhone?
La fabricación de un dispositivo tecnológico tan complejo engloba una gran variedad de componentes, y tras su diseño (realizado en California, Estados Unidos), hay chips fabricados por la coreana Samsung o la taiwanesa TSMC, entre otras.
El ensamblaje se realiza actualmente en un alto porcentaje en China, por parte de la empresa Foxconn, pero «empujada» por Apple, esta empresa se plantea trasladar parte de la producción no solamente a India, sino también a Vietnam y Brasil.
Beneficios de la producción del iPhone 14 en India
India es un país atractivo desde muchos puntos de vista, y puede ser un interesante sustituto de China como fábrica global, ahora que la primera está inmersa en un cambio de su modelo económico en busca de un mayor valor añadido. Estas son algunas de las razones:
Sistema político
Mientras que China es gobernada por el Partido Comunista, India cuenta con un sistema democrático, un aspecto que en un mundo polarizado como el actual puede cobrar incluso una mayor importancia.
Población
Durante décadas hemos calificado a China como el país más poblado del mundo, pero esto podría cambiar en 2023, donde muy probablemente sea adelantada por India. La política de hijo único implantada por Pekín desde los años 70 y el rápido crecimiento de la población hindú ha hecho que este sorpasso se produzca en 2023, superando actualmente ambos países los 1.300 millones de habitantes.
Una gran población implica un gran mercado, y además la penetración del smartphone en la India es considerablemente menor que en China, por lo que el margen de mejora en ese mercado es superior.
Idioma
Por sus lazos históricos con el Reino Unido y su pertenencia a la Commonwealth, una parte significativa de la población india habla inglés. Se calcula que aproximadamente un 10-12% de la población lo hace de forma fluida/bilingüe, lo que supone unos 125 millones de personas (sería el segundo territorio por número de hablantes, después de Estados Unidos).
Esta coincidencia en el idioma utilizado en la central de Apple facilita mucho las comunicaciones, por lo que es otro aspecto a favor de la implantación a mayor escala en aquel país.
Desarrollo tecnológico
La India lleva años apostando por el desarrollo tecnológico como un puntal de su economía, y aunque aún está por debajo de China, se sitúa ya en el puesto 40º a nivel mundial en el Índice Global de Innovación 2022, que refleja cuáles son las economías más innovadoras, pues solo unos años antes, en 2015, estaba en el puesto 81.