Cuando un pequeño inversor decide invertir en bolsa por primera vez es cuando le empiezan a surgir las primeras dudas e interrogantes.
Una vez tomada la decisión, una de las primeras cuestiones a plantearse sería la conveniencia de realizar la compra de acciones de manera parcial y periódica o por el contrario, realizar la inversión solo en una operación por el total del dinero que tenía pensado invertir. La primera opción sería la más responsable, ya que nos podría ahorrar más de un disgusto si el mercado empieza a caer justo cuando hemos empezado a invertir en bolsa.
Veamos algunos conceptos, consejos y recomendaciones para poder tomar las mejores decisiones e iniciar con buen pie esta andadura:
- Evitar las prisas para elegir la empresa cotizada en bolsa: son muchas y muy distintas las empresas cuyas acciones cotizan en bolsa, por lo que es aconsejable estudiar previa y detenidamente estas desde un punto de vista de análisis fundamental (beneficios, deuda, dividendos, perspectivas de negocio…) y de análisis técnico (volatilidad, gráficos, resistencias, soportes…).
- Empezar la inversión por las mayores empresas del mercado: por ejemplo, en España las principales “Blue Chips” que más peso tienen dentro del IBEX35 son Telefónica, Santander, BBVA, Inditex, Iberdrola y Caixabank.
- Realizar la compra de acciones en situaciones de oportunidad: no es recomendable invertir cuando el valor esté bajando, y sería conveniente establecer un buen análisis técnico de los gráficos para establecer qué zonas de entrada son las más apropiadas.
- ¿Cuántas acciones debo comprar?: Esto dependerá de factores como el importe disponible para invertir, nuestro horizonte temporal, nuestro perfil de riesgo o los conocimientos financieros que tengamos.
Ejemplo práctico para nuevos inversores
Veamos un ejemplo de inversión para entender mejor la cantidad de acciones que deben comprarse a la hora de ejecutar una estrategia de inversión concreta:
- Supongamos que disponemos de 4.000 euros para invertir y decidimos destinarlos a la compra de acciones de Telefónica. A priori no parece una mala elección ya que se trata de una compañía grande, que reparte dividendo, con presencia en varios países y perteneciente a un sector más estable que otros como el bancario o el de las materias primas, por poner un ejemplo.
- Imaginemos que las acciones de TEF (su ticker) cotizan actualmente a 8,50 euros. Nos daría para comprar un total de 470 títulos (sin contar otros gastos).
- Como somos inversores responsables, colocamos una orden de venta (stop loss) por debajo de 8,50 euros (por ejemplo 7,59 euros, mínimos del año 2012)
- Si pasados unos días, semanas o meses, las acciones bajan hasta ese nivel, se nos ejecutará la orden automáticamente. De esa manera, habríamos limitado nuestra pérdida a 427 euros.
Como hemos podido verificar en el ejemplo anterior, el accionista novel habrá tenido una inversión con resultado negativo de -10,6%. Resulta muy conveniente acotar las posibles pérdidas, no arriesgar nunca el total del capital y asumir el riesgo financiero delimitado que mejor se ajuste a cada inversor. Este consejo cobra relevancia si va a haber periodos en los que nos sea imposible estar pendiente de cómo evoluciona nuestra inversión.
Como norma habitual entre los analistas y expertos del mercado, no se recomienda en las primeras inversiones asumir riesgos que superen el 4% o 5%, además de no invertir menos de 1.000 euros (debido a los gastos y comisiones) en un solo valor.
Si la cantidad de la que disponemos no es muy elevada, una posibilidad es invertir en bolsa pero a través de fondos de inversión, que ya están diversificados de por sí y la mayoría aceptan suscripciones de bajo importe.
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