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Criterio FIFO en contabilidad, ¿cómo calcula Hacienda las plusvalías?

Una de las primeras cosas que uno se plantea cuando comienza a invertir es cómo considera Hacienda las plusvalías, es decir, las diferencias de valor entre lo que hemos comprado y lo que hemos vendido.

Por ejemplo, si adquirimos 100 acciones a 10 euros = 1.000, y las vendemos a 1.200, tenemos un beneficio de 200 euros. Fácil, ¿no? Bueno, en realidad, se podría afinar un poco más, ya que habría que descontar los gastos de las operaciones, ya que tanto en la compra como en la venta habrá unas comisiones.

En cualquier caso, hasta aquí es sencillo de calcular. El problema surge cuando adquirimos acciones de la misma compañía en varias tandas y a distintos precios, y luego vendemos. Queda muy claro con el siguiente ejemplo:

Es decir, en total hemos adquirido 600 acciones, por un importe de 6.200 euros, a una media de 10,33 euros por acción.

Método FIFO, el utilizado por Hacienda

Hay, básicamente, tres alternativas:

El resultado de la operación de venta varía, en función del método utilizado:

Evidentemente, estas diferencias pueden ser más o menos favorables dependiendo del método elegido, en función de los sucesivos precios de compra que hayamos tenido. Además, lo que ganemos de más o de menos al aplicar un método en lugar de otro, se compensará cuando se vendan el resto de las acciones.

En cualquier caso, para que no haya diferencias de valoración según el criterio elegido, Hacienda se decanta por el método FIFO, criterio ampliamente conocido en el ámbito contable, acrónimo de First In, First Out, que en castellano significa: lo primero que entra es lo primero que sale.

Para facilitar los cálculos, la AEAT proporciona la aplicación Cartera de Valores, donde se pueden ir introduciendo las sucesivas operaciones de compra y venta que tengamos, y el programa se encargará de calcular los beneficios o pérdidas de cada operación según el método FIFO.

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