Hoy martes 9 de febrero se celebra el Día de Internet Seguro que promueve un uso responsable de todos los sistemas online y los dispositivos móviles. La seguridad en la red es una cuestión que cada vez afecta a más personas, lo cual es fácil de entender si tenemos en cuenta que el 77% de los españoles disponen de acceso a Internet y pasan una media de 4 horas conectados a través del ordenador y 1,9 horas desde dispositivos móviles.
En la esfera financiera también se ha notado el crecimiento digital, y en la actualidad el sector de banca online cuenta ya con más de 13 millones de usuarios según los datos de Eurostat. A pesar de este crecimiento y de que la banca online dispone de sistemas de seguridad testados, utilizando cifrado de datos, capas de seguridad y detección de anomalías y usos fraudulentos, es recomendable que a la hora de operar en la red tomemos una serie de precauciones. Desde Self Bank os damos algunas recomendaciones para que siempre preservéis vuestra seguridad cuando realicéis operaciones financieras:
Accede desde una red segura: Siempre que realices operaciones bancarias hazlo desde conexiones seguras, privadas y que utilices habitualmente. Tu hogar o el lugar de trabajo son buenos lugares para hacerlo; sin embargo, espacios públicos como cafeterías o bibliotecas no lo son, ya que se tratan de redes públicas desde las que los hackers pueden capturar tus datos con cierta facilidad.
Evita guardar datos confidenciales en tus dispositivos: Es muy habitual que para recordar números de cuentas, contraseñas o números de tarjeta, los guardemos en nuestros dispositivos. No es recomendable hacerlo, puesto que si perdemos nuestro móvil o Tablet o está infectado por un virus, los ladrones tendrían fácil acceso.
No accedas desde ningún enlace a la web del banco: Siempre teclea la dirección de tu banco en la barra del buscador y no accedas a través de enlaces de webs desconocidas o correos electrónicos.
Comprueba que la página tiene un candado: Las páginas que poseen certificado de seguridad tienen una imagen de un candado justo al lado de la barra de la dirección en tu navegador.
Cambiar claves con frecuencia: Elegir una contraseña segura es un paso primordial. Es recomendable que sea larga y que contenga una combinación de letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales. Aquí puedes ver algunos consejos que nos da Windows para la creación de contraseñas seguras. Es necesario utilizar distintas claves y no compartirlas con otros servicios menos seguros. Además, para mayor seguridad es conveniente cambiarlas cada dos meses. Si te parece complicado recordar diferentes contraseñas complejas, utiliza un gestor de contraseñas, puede ser de utilidad para mantener tus contraseñas seguras y actualizadas.
No guardes las contraseñas en tu navegador: Es verdad que es rápido y útil guardar las contraseñas para que el acceso al correo, a redes sociales o a cualquier web sea ultrarrápido y no tengamos que memorizarlas ni teclearlas, pero esta práctica es muy insegura, porque estarás dejando la puerta abierta a que cualquiera pueda entrar a tus áreas privadas.
Mantén tus dispositivos sin virus y actualizados: Es importante tener las últimas versiones de los sistemas operativos de los dispositivos que utilices, pues estas suelen solucionar problemas relacionados con la seguridad. También es importante que utilices antivirus tanto en tu ordenador como en tus dispositivos móviles para así evitar ser víctima de malware (software intrusivo que se infiltra en tu sistema).
No respondas correos electrónicos desconocidos: Es posible que hayas recibido correos simulando ser una entidad bancaria y que te solicitan la comprobación de datos confidenciales y contraseñas. Nunca los contestes y en caso de duda ponte en contacto con la entidad.
Comprobar las medidas de seguridad: La web de un banco digital cuenta con diferentes certificados y procesos mediante los que garantiza la seguridad en tus operaciones. Algunos que te pueden resultar habituales son el bloqueo de las cuentas ante movimientos anómalos, petición de códigos de seguridad enviados a tu móvil o la introducción de determinadas claves a la hora de realizar operaciones. Es recomendable que compruebes que todas esas alertas y procesos funcionan correctamente.
Controla tus cuentas de forma regular: Una de las ventajas de la banca digital es la posibilidad de revisar los movimientos de tu cuenta de manera habitual; de esta forma podemos comprobar que no se realiza una operativa extraña.
Cierra siempre sesión: Es importante que cuando termines de operar o revisar tus cuentas cierres siempre la sesión y el navegador para no correr riesgos y cerrar de forma segura el acceso a la realización de operaciones online.
Utiliza un navegador limpio: Si te descargas e instalas complementos gratuitos en tu navegador (plugins, barras de herramientas, complementos, etc.), es recomendable tener un navegador diferente que esté “limpio” para conectarte sólo a tu banco. Por ejemplo, si eres de los que usas IE o Firefox para navegar por internet, puedes usar Chrome o Safari para acceder a tu entidad.
Borrar el historial y los datos de navegación: Seguro que te ha pasado que al empezar a teclear tus datos se han completado de forma automática. El navegador dispone de una función para recordar tus datos y mostrártelos en un menú desplegable al empezar a teclear. Si dejas el ordenador con tu navegador y usuario abiertos los datos quedan accesibles debido a esta función por lo que te recomendamos que periódicamente revises y borres tanto historial como los datos y cookies del navegador.
Nunca desveles tus datos de acceso completos a empresas: Una compañía en la cual estás registrado o de la que eres cliente no necesita conocer tus datos de acceso completos para resolver o ayudarte a solucionar un problema. Sin embargo, sí que pueden necesitar datos parciales para verificar tu identidad.