Consejos para cambiar divisa antes de viajar

Todo viaje requiere cierta planificación. Que si equipaje, vuelos, reservas, transporte, seguro, vacunas, pasaporte… Y si el destino está fuera de la zona euro, además, hay que pensar en cambiar a moneda extranjera. Podemos solicitarla con adelanto en la sucursal del banco, buscarnos la vida al bajar del avión, o la opción más eficiente: pedirla a domicilio antes del viaje.

¿Cambio antes del viaje o espero a llegar al destino?

La necesidad de una moneda diferente comienza en cuanto llegamos al destino. Caminando por el aeropuerto puede que ya tengamos que pagar algo, si no, nada más salir, cuando busquemos un taxi, un shuttle, o el medio de transporte hasta el hotel. Si no, poco después cuando llegue la hora de comer, o para comprar una botella de agua, una tarjeta SIM con conexión a Internet, contratar una visita, sacar la entrada para acceder a un punto de interés o para acudir a un evento.

Aunque existen países donde el pago con tarjeta está generalizado, incluso para importes muy pequeños, en otros no sucede así y la mayoría de compras del día se pagan en efectivo. Y tanto en unos como en otros, el banco emisor de la tarjeta nos puede cobrar por utilizarla fuera de la zona euro.

Por otra parte, hay que señalar que el euro es demandado como divisa en todos los países del mundo, por lo que podemos buscar bancos y casas de cambio y allí cambiar nuestros euros. Claro que los tipos de cambio y las comisiones pueden variar enormemente según el lugar elegido.

También está la alternativa de usar la tarjeta para sacar efectivo en cajeros, aunque con la incertidumbre de saber si aceptarán la tarjeta o si tendremos que buscar otro y cuánta comisión nos aplicarán.

De una forma o de otra, es evidente que no llevar moneda cambiada de casa genera cierta inquietud y requiere una inversión de tiempo considerable.

¿Cuánta moneda extranjera necesito?

Una vez que hemos decidido cómo vamos a conseguir moneda extranjera, cabe preguntarse algo fundamental: ¿cuánta necesitamos?

En el blog de Self Bank, ya hemos visto que planificar con tiempo es clave para viajar ahorrando. Pues precisamente en esa fase de planificación obtenemos un presupuesto aproximado de viaje que nos va a servir para determinar cuántos euros, expresados en otra divisa, necesitaremos para los gastos diarios.

El tipo de viaje influirá en esa necesidad de efectivo: si viajamos solos o con la familia, la duración del viaje y, por supuesto, lo extendido que esté el uso con tarjeta en el destino.

En este punto podríamos plantear dos estrategias para cambiar nuestros euros:

  • Llevar todo cambiado desde España.
  • Llevar cambiada una pequeña suma para los primeros días y luego ir cambiando o sacar efectivo.

Y contraponer dos ideas:

  • El tipo de cambio aplicado es mejor si cambiamos más de una vez.
  • Pero, si al finalizar el viaje nos sobra moneda, cambiarla a euros supone volver a pagar comisión.

Cambiar antes del viaje es una buena idea.

Después de un largo vuelo, con cansancio acumulado y ganas de comenzar a disfrutar unos días en un ambiente diferente, lo que menos apetece es ponerse a buscar un lugar para cambiar moneda. Días más tarde, durante el viaje, tampoco será agradable comprobar que va quedando poco en la cartera y que es hora de encontrar una casa de cambio o un cajero que acepte nuestra tarjeta. Ni estar atento a que el cambio sea correcto, que no sean billetes falsos o que el cajero no retenga la tarjeta. Son todos quebraderos de cabeza.

Por eso muchos viajeros eligen llevar cambiado antes de subir al avión. Los menos previsores aprovechan la espera en el aeropuerto y se la juegan al tipo que le quieran dar. Otros prefieren acudir a la sucursal del banco a reservar moneda y varios días después se pasan otra vez para recogerla.

Sin embargo, existe una opción más rápida, cómoda y eficiente, que permite conocer de primera hora cuánto me van a dar por mis euros y con la que eliminamos toda la incertidumbre de cambiar de moneda durante el viaje. Consiste en solicitar moneda extranjera directamente en el móvil, la tablet o el ordenador. Es tan fácil como elegir la moneda que necesitamos, pagar con nuestra tarjeta o con una transferencia y recibirla en el domicilio unos días después. Este servicio lo ofrece Self Bank con la garantía de Global Exchange, una empresa española líder en cambio de divisas presente en 21 países.

Como conclusión, repasamos una estrategia ganadora para planificar un viaje a un país con moneda extranjera:

  • Calcular cuánta moneda extranjera vamos a necesitar y:
      • Si el viaje es corto, cambiamos por adelantado toda esa cantidad.
      • Para viajes más largos, por seguridad, podemos llevar una parte cambiada y luego cambiar más en el destino, sacar de cajeros y/o pagar con tarjeta cuando sea posible.
  • Solicitar esa cantidad online y recibirla en casa.
  • Cambiando más de 300 euros, el envío es gratuito, nos dan un seguro de robo y puntos de viaje para Iberia o Air Europa.
  • Además, si sobra efectivo tras el viaje, nos lo recompran.