Una de las variables más importantes que debemos tener en cuenta a la hora de adentrarnos en el mundo de los mercados financieros es el de los tipos de interés.
El tipo de interés determina cuál es el precio del dinero. Determina el precio que tenemos que pagar por disponer de forma inmediata de una cantidad de dinero que debemos devolver después de que transcurra un determinado periodo de tiempo.
La mejor forma de entender el funcionamiento de los intereses es a través de un ejemplo. Así, si un banco concede a un cliente un préstamo de 10.000€ al 5% de interés a un año, deberemos devolver 10.500€, es decir, los 10.000 prestados inicialmente más 500€ en forma de precio (interés) por haber dispuesto de ese dinero.
A partir de la definición de tipo de interés podemos pensar que éste no es más que un precio más de los muchos que existen en los diferentes mercados, sin embargo, la importancia del precio del dinero es fundamental para los diferentes mercados financieros, ya que su modificación tiene una influencia directa en su evolución.
A la hora de hablar de tipos de interés, el principal es el denominado tipo de interés nominal, y es determinado por el Banco Central correspondiente.
El Banco Central decide en sus reuniones qué hacer con los tipos de interés en función de cuál sea la evolución de la economía del área económica sobre la que tiene influencia. Así, si la economía en cuestión está sobrecalentada, el Banco Central tenderá a subir el tipo de interés nominal para ralentizar la economía; mientras que, si la economía se encuentra en una fase de estancamiento o recesión, el Banco Central bajará el tipo de interés nominal.
Estas decisiones sobre el tipo de interés nominal tienen una incidencia directa en el mercado interbancario, aquel al que los bancos acuden para prestarse dinero entre sí. Así, una subida de los tipos de interés interbancarios supondrá que los bancos se presten más caro entre sí, lo que muy probablemente los llevará a subir los intereses a los que conceden los préstamos a familias y empresas. Con la bajada de intereses en el mercado interbancario ocurrirá lo contrario, se abarataría el crédito.
Pero una subida de tipos de interés por parte de los Bancos Centrales también tendrá efectos sobre otros mercados financieros aparte del mercado monetario. Una variación de los tipos de interés tendrá, por ejemplo, incidencia sobre el mercado de renta fija.
Una subida de los tipos de interés nominales supone un incremento de los intereses de la nueva deuda emitida, lo que actúa como un incentivo a la entrada de capitales en el país debido a la mayor remuneración que se espera para el capital en los siguientes meses (una bajada de tipos supondrá lo contrario, una caída de la rentabilidad de la renta fija).
Este comportamiento del mercado de renta fija debido a la modificación de los tipos de interés también tendrá su influencia en el mercado de divisas.
Cuando se aplica una subida de tipos de interés, existe una demanda de la moneda nacional como consecuencia del traslado de capitales del extranjero a esa economía, lo que supondrá la apreciación de la moneda nacional frente al resto de divisas debido a esa mayor demanda de moneda.
Por lo tanto, vemos cómo los tipos de interés son un elemento clave en el funcionamiento de los mercados financieros, y cómo las decisiones sobre su evolución tienen una gran influencia en las posibilidades de financiación tanto del sector público como del sector privado en los mercados.