Ha llegado la hora, no lo podemos demorar más: necesitamos comprar un coche. Bien porque el nuestro está muy viejo, o porque simplemente es el momento de renovar, nos enfrentamos a la difícil tarea de obtener un vehículo “nuevo”. Y es justo en ese instante cuando nos surgen las primeras dudas: ¿necesitamos un coche nuevo?, ¿podrá servirnos uno de segunda mano?, ¿hay otras opciones?
En este análisis sobre la rentabilidad de comprar un tipo de coche u otro, lo primero que debemos destacar es que el único ahorro que nos hará gastar menos dinero es no comprar el vehículo. Pero como hemos llegado a la conclusión de que lo necesitamos, vamos a analizar el impacto durante los primeros 7 años, que sería la mitad de la vida media de un coche.
Gastos iniciales
Tenemos algo ahorrado, vamos a por todas, queremos un vehículo nuevo. Si hacemos la media de los dos coches más vendidos en 2015 (Citroën C4 y Seat León) el gasto será de unos 11.750 euros. En este caso habría que añadir los extras que cada uno quiera. A esta cantidad, lógicamente, hay que sumarle además varios impuestos (matriculación y circulación) además del coste de transporte del vehículo.
Pasamos al consumo. Según la auditora Audatex, los españoles hacemos unos 10.000 kilómetros al año. Si a ello le añadimos un coste medio de 900 euros en combustible, el resultado final en esos primeros 7 años de vida es de 6.300 euros. Por lo que respecta al seguro, según la web ‘kelisto.com’ en estos momentos un precio medio estaría situado en 517 euros. Haciendo el respectivo cálculo a 7 años, el coste nos supone 3.619 euros.
Con todo ello, y teniendo en cuenta la prudencia que usaremos con nuestro coche nuevo, vamos a suponer que solo iremos al taller un par de veces en estos primeros 7 años. Aunque realmente (y de forma contradictoria) la mayoría de informes apuntan a que los coches nuevos suelen ir más al taller. Pero seamos optimistas: solo dos veces. Con una media de 964 euros, según Audatex, el total sería de 1.928 euros.
Cogiendo la calculadora, y cifra tras cifra, en los primeros 7 años que tengamos nuestro coche nuevo nos habremos gastado un total de 23.800 euros (aproximadamente).
¿Cuánto nos costaría un coche de segunda mano en ese periodo de tiempo? Los cálculos se pueden hacer también de forma aproximada. Para ello utilizamos una de las múltiples webs que venden vehículos de segunda mano. Mismo modelo, Seat León. Los precios oscilan entre casi el coste de adquisición y los 4.000 euros. Como en este aspecto todo es más relativo, puesto que depende del vendedor, el estado del coche, los kilómetros que tenga, la necesidad de venderlo, etc. pongamos un precio de 5.000 euros con 7 años de antigüedad.
De entrada sabemos que una vez cumplamos los 7 años para el análisis de rentabilidad que estamos llevando a cabo, y teniendo en cuenta los 14 años de vida media, tendremos que cambiar de vehículo. Por lo tanto el coste inicial se multiplicaría por dos, ya que un coche nuevo lo podemos tener 14 años, pero con uno de segunda mano (7 años de antigüedad), solo podríamos estar otros 7 años.
Con unos gastos aproximados también en cuanto a los pagos de tasas por transferencia e impuestos, más los gastos similares de combustible y seguro (siempre hablando de terceros), la diferencia estaría en las visitas al taller. Sin que haya datos concluyentes, se estima que un coche va una media de 1,8 veces al año (casi dos). Así pues, y teniendo en cuenta que haríamos el mismo uso con el coche nuevo que el de segunda mano, en esos 7 años pasaremos unas 4 veces por el taller (3.856 euros).
Cogiendo de nuevo la calculadora, en los primeros 7 años que tengamos nuestro coche de segunda mano nos habremos gastado un total de 18.700 euros (aproximadamente).
Por último, y siendo una opción de compra mucho menor, nos encontramos los coches seminuevos. Su precio estaría muy cerca de un coche de segunda mano, pero el principal problema, y la crítica que se realiza al mismo, es que muchas veces existe un desconocimiento del kilometraje real que te ofrece el concesionario. Además, también existe un efecto de devaluación con respecto al coche nuevo, ya que constaríamos como segundos propietarios, después del propio concesionario, y eso le resta credibilidad a la hora de la venta.
Todos contra todos: ventajas e inconvenientes
Aquí hemos venido a ahorrar, sí. Pero no todo en la vida se puede cuantificar con el dinero. Una vez que sabemos cuál sería el gasto medio en los primeros 7 años de vida, y habiendo visto que los coches seminuevos son una pequeña trampa en sí mismos, ahora vamos a analizar algunas ventajas e inconvenientes de los coches nuevos y de segunda mano.
En cuanto a los vehículos a estrenar, lógicamente hay que destacar su fiabilidad mecánica. Pese a que la actividad es mayor, ya saben, por lo de tener algo nuevo, generalmente también se suele ser más cauto, y además todas las piezas y componentes están con menor uso y desgaste. Asimismo, otro aspecto vital para nuestros bolsillos es la financiación. La mayoría de casas de automóviles y concesionarios te permiten líneas de financiación bastante flexibles. Al final se trata de vender.
De la misma manera, y recogiendo esta idea, lo malo de un coche de segunda mano es que generalmente un particular no te financia. Como hemos visto, el coste puede llegar hasta los 5.000 euros (o más), y no siempre hay esa disponibilidad económica. Ahora bien, si te gustan determinados modelos de vehículos (o te sientes caprichoso), tan solo el mercado de segunda mano te permite acceder a ciertas marcas o modelos que de otra manera serían prohibitivos.
Hablando de gasto, volvemos con la pelota de las ventajas e inconvenientes al tejado de los nuevos. Tiene como algo negativo el gasto del seguro, sobre todo si pretendemos que sea a todo riesgo. Es un coste fijo anual que puede elevarse hasta casi los 2.000 euros. Por lo tanto, aunque habíamos dicho no hablar de dinero, la realidad es la que es.
¿Y los seminuevos? Parece como si les hubiéramos sacado de esta pelea, pero es que su situación de venta es tan similar a la compra de un coche nuevo, que realmente por no aportar cuál habrá sido su uso real, siempre merecerá la pena arriesgar algo más de dinero y estrenar coche.
Evaluación (subjetiva)
Como señalábamos al inicio del texto, la única manera de hacer un ahorro efectivo es no comprar ningún vehículo. Pero como sí queremos tener coche nuevo, o bien de segunda mano, la elección es bastante subjetiva.
El coste inicial es una barrera de entrada bastante importante. Aunque es cierto que los coches nuevos sufren una devaluación muy grande en sus primeros años de vida. Por lo tanto, si atendemos a que muchos especialistas argumentan que realmente son los coches nuevos quienes pasan más veces por el taller, las dudas con respecto a las opciones de compra, aumentan.
Bien es cierto que el seguro puede ser más barato en los coches usados, y que con algo de suerte pasaremos menos por el taller, aunque la realidad es que un coche de segunda mano puede dar “bastantes problemas”. Así pues, seguimos con las mismas dudas que al principio, sobre todo porque la diferencia en el gasto, al menos para esos modelos que hemos visto, tampoco es tan grande.
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