Cuando una compañía realiza una Oferta Pública de Venta significa que va a comenzar a cotizar en bolsa. Para buscar inversores interesados en comprar acciones se necesita contratar a un banco de inversión, ya que ellos tienen experiencia en este tipo de procesos de salida a bolsa y ofrecen asesoramiento a los dueños.
Los bancos suelen reservarse una claúsula denominada Green Shoe, según la cuál se guardan el derecho de poder colocar más acciones (aproximadamente entre un 5% y un 15%) de las que en principio se iban a vender, en caso de que haya una fuerte demanda sobre las acciones de la empresa que empieza a cotizar.
Estas opciones sirven para estabilizar el precio de venta de las acciones de la compañía en el momento en que inicia su andadura en bolsa, puesto que si hay mucha demanda, el valor puede dispararse de precio. Al reservarse el derecho de vender más acciones, consiguen que el precio se estabilice.
El origen de esta palabra data de los años 30, cuando fue utilizado por primera vez este método en la salida a bolsa de una compañía llamada Green Shoe Manufacturing.