Ya es primavera. Se ha hecho mucho de rogar este año, pero ya está aquí. Hemos dejado el invierno atrás y las temperaturas ya se van suavizando. Además, hemos cambiado la hora y tenemos más horas de sol, lo que produce un cambio en las rutinas que teníamos establecidas en la época invernal.
Y entre estos cambios hay muchos que pueden influir en nuestra economía personal. La primavera invita a modificar nuestros hábitos, y entre ellos hay muchos que pueden servirnos de ayuda en esa ardua tarea que se llama ahorrar. Porque conseguir llegar a final de mes con un saldo positivo en nuestra cuenta puede ser ahora más fácil gracias a la llegada del buen tiempo. Por eso, vamos a descubrir cómo podemos rentabilizar el hecho de que ya sea primavera.
Reducir la factura de la luz, el objetivo número 1
La factura de la luz es uno de los quebraderos de cabeza habituales en invierno en casi todos los hogares. El frío y el menor tiempo de luz del que gozamos encarecen la factura eléctrica, haciendo que tengamos que destinar más ingresos a pagarla. Pero con la llegada del buen tiempo podemos y debemos reducir nuestra factura.
¿Cómo? En primer lugar, prescindiendo de la calefacción, o al menos poniéndola menos horas, pues las temperaturas son ahora más suaves y no es necesario tener el radiador encendido a todas horas. Por otro lado, también podemos ahorrar en las duchas, ya que no es necesario poner el agua tan caliente y nos da menos pereza salir. Igualmente, podemos disfrutar de más luz natural en casa sin necesidad de iluminación artificial.
Si tenías tu tarifa eléctrica adaptada al invierno, es importante que la revises con tu compañía, pues es probable que ahora no necesites la misma potencia contratada o el mismo horario. Y, por supuesto, adereza estos hábitos con otros que debes mantener todo el año, como no dejar los aparatos eléctricos enchufados cuando no los utilices.
Alimentación de primavera
Los hábitos alimenticios también cambian en esta época del año. Ya no son tan apetecibles esos platos calientes y tan laboriosos, pues el calor hace que prefiramos comidas más frescas y ligeras que conllevan menor tiempo de elaboración. Y también de energía, pues no es necesario encender los fogones para hacer ricas ensaladas o tentempiés fríos. Esto, igualmente, redunda en tu factura de luz.
Camina, ve en bici…
En invierno tendemos a coger el coche para cualquier desplazamiento que tengamos que hacer. Con el frío y la lluvia no apetece ir caminando al trabajo, a clase o la compra, además de que puede causarnos un severo resfriado. Pero ahora ya no hay excusa para dejar el coche aparcado en el garaje.
Aprovecha el mejor tiempo para ir caminando a tus quehaceres diarios -si los tienes lo suficientemente cerca- o a tus actividades de fin de semana. Si te gusta montar en bicicleta, también es el momento, además de que así podrás hacer ejercicio sin tener que apuntarte al gimnasio. Notarás el ahorro en combustible y en retoques al coche, pues cuanto menos lo utilices menos se estropeará.
Planes al aire libre: llegó la hora
¿Cuánto tiempo te has tirado soñando con poder salir a dar un paseo por el campo? ¿O con quedar con tus amigos en una terraza al aire libre? Ahora, por fin, puedes hacerlo. El buen tiempo invita a salir de casa y de cualquier lugar cerrado, así que organiza tus planes en el exterior siempre que puedas.
Excursiones, caminatas, sesiones de yoga en el parque, picnics improvisados… Puedes hacer un montón de actividades sin tener que estar entre cuatro paredes y seguramente ahorrarás con ellas, pues antes para reunirte con tus amigos ya tenías que quedar en un local, lo que conlleva un coste en bebidas y comidas. Ahora podéis quedar en un parque y hacer un sinfín de juegos sin tener que gastar tanto.
Igualmente, con la llegada del buen tiempo también surgen actividades culturales a pie de calle que son, normalmente, gratuitas. Conciertos en parques, teatro en plazas públicas…las ciudades suelen sacar el arte y la cultura a la calle por estas fechas, así que disfrútalas y da un respiro a tus gastos de ocio.
Recicla tu ropa
Con la primavera también llega el cambio de armario, y seguro que tienes que descartar muchas prendas del pasado invierno, lo que también pueden generarte un ahorro o unos ingresos extras. Puedes aprovechar la limpieza del armario para sacar todo eso que ya no utilizas y venderlo a través de plataformas como Wallapop o en mercadillos.
Y si no quieres hacer caja con tu ropa vieja, siempre puedes donarla. Un gesto que no te genera ningún rendimiento, pero que seguro que te hace mucho más feliz.