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Aprendiendo de los mejores inversores de la historia: Stanley Druckenmiller

Hay muchos inversores que anualmente consiguen rentabilidades espectaculares. Sin embargo pocos son los elegidos que logran obtener resultados excelentes a lo largo de las décadas. En pocos ámbitos como la inversión es tan cierto aquel refrán que dice el tiempo pone a cada cual en su sitio.

Cada estilo de inversión tiene a sus héroes, inversores que han logrado obtener rentabilidades magníficas siguiendo una determinada manera de entender los mercados. Entre los inversores más conocidos por su gestión según tesis macroeconómicas están George Soros y el que fuera su socio, Stanley Druckenmiller.

Inicios de la carrera de Druckenmiller

Stanley Druckenmiller nació en Pittsburgh (Pensilvania) en 1953. Se crío en el seno de una familia de clase media en los suburbios de Filadelfia. Cursó estudios universitarios en Bowdoin College, graduándose en 1975 en inglés y economía. Aunque empezó un doctorado en la universidad de Michigan, lo abandonó para ir a trabajar como analista del sector de hidrocarburos para el Pittsburgh National Bank.

La carrera financiera de Druckenmiller empezó en serio en 1977. Un año después de haberse incorporado al Pittsburgh National Bank fue nombrado director del departamento de análisis de renta variable del banco. Pocos años más tarde, en 1981, abandonó su trabajo en el banco para crear su primera gestora propia: Duquesne Capital Management.

En 1985 Druckenmiller empezó a colaborar como consultor para el Dreyfus Fund, dividiendo su tiempo entre Pittsburgh y Nueva York, hasta que finalmente en 1988 el legendario inversor George Soros le contrató para gestionar el Quantum Fund.

Quantum Fund, George Soros, y el jaque a la libra esterlina

Trabajando con Soros tuvo lugar una de las operaciones financieras más famosas del último cuarto del siglo XX. En 1992, tras una serie de problemas en las finanzas y el gobierno del Reino Unido, Soros y Druckenmiller tomaron una posición bajista sobre la libra esterlina. Fue uno de los episodios más trepidantes de la historia financiera ya que tuvo una fuerte influencia sobre la actuación del gobierno británico, forzándole a tomar medidas en contra de su voluntad.

Soros y Druckenmiller ganaron más de mil millones de dólares norteamericanos apostando a la caída de la libra, convirtiéndose en dos de los especuladores más importantes en el mercado de divisas internacional de la época.

En el año 2000 Druckenmiller dejó de trabajar con Soros, tras haber sufrido pérdidas importantes en la caída del sector tecnológico. Druckenmiller se dedicó desde entonces a su propia gestora, Duquesne Capital.

Retirada de la gestión activa

En el año 2010, Druckenmiller anunció que cerraba Duquesne Capital. En una carta a inversores explicó que tomaba esta decisión por el “alto coste emocional” que suponía gestionar el patrimonio del fondo, dadas las presiones internas y externas que recibía. Los resultados obtenidos por su fondo siguen siendo de los mejores registrados en la historia. Una rentabilidad media anual de aproximadamente 30%, y ningún año de pérdidas.

En la actualidad Druckenmiller mantiene un Family Office para gestionar su patrimonio personal que se estima alrededor de 4.000 millones de dólares.

Estrategia y Filosofía de inversión de Druckenmiller

Se ha definido el estilo inversor de Stanley Druckenmiller como “de arriba a abajo” (top-down). Este estilo de inversión implica comprar o vender activos en función de una visión macroeconómica. El inversor no se centra tanto en aspectos individuales de las empresas en las que invierte, sino en aspectos macroeconómicos que pueden influir en el devenir de los precios.

Aunque muchos argumentan que este tipo de predicciones son muy difíciles de realizar de manera correcta y consistente, aquellos que lo logran pueden obtener grandes rentabilidades, tal y como ha podido demostrar Druckenmiller.

Los aspectos en los que se centra el análisis macroeconómico son temas de economía general como los tipos de interés, el nivel de crecimiento del PIB, los datos generales de desempleo, etc. Una de las características de desarrollar ideas de inversión macroeconómicas rentables es que tienen que diferir del consenso de manera significativa, y además acertar. Por eso es tan difícil de hacer.

En general, el consenso sobre temas macroeconómicos se suele basar en una extrapolación de las tendencias recientes. Los analistas suelen creer que las cosas en el futuro tenderán a parecerse bastante a las del pasado reciente. Y como norma general esto se suele cumplir. El problema es que todo el mundo sabe que esto es así y por tanto los mercados reflejan en los precios estas expectativas. Por tanto, para ganar dinero hay que realizar predicciones que difieran del consenso, y además ser acertadas.

Pocos han logrado hacer esto de manera consistente. Sin embargo la historia de inversores como Stanley Druckenmiller demuestra que es posible, y que aquellos que lo consiguen pueden ganar verdaderas fortunas en los mercados.

 

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