Aunque menos conocido que otros grandes nombres del mundo de la inversión para el gran público, David Dreman tuvo una influencia considerable en los años ochenta y noventa del siglo pasado. Su enfoque centrado en la inversión en valor y en una actitud escéptica siguen siendo buenas herramientas para cualquier inversor que quiera operar en los mercados.
Biografía Profesional
Hijo de un inversor reconocido, David Dreman nació en Winnipeg (Canadá). Tras obtener su título universitario trabajó como director de análisis en Rauscher Pierce Refsnes Securities Corp, y como director de inversiones en J&W Seligman. Posteriormente fue nombrado editor senior de la prestigiosa publicación de inversiones Value Line Investment Service.
En 1977 lanzó su propio fondo de inversión llamado Dreman Value Management. El fondo obtuvo mucho éxito durante la década de los noventa. A pesar de los buenos resultados, finalmente Dreman fue obligado a abandonar la gestión cuando Deutsche Bank adquirió el fondo en 2009.
Dreman como divulgador de ideas contrarian
A parte de ser un gran inversor, Dreman siempre tuvo inquietud por escribir y difundir ideas de inversión que consideraba importantes. Fue columnista durante muchos años en la prestigiosa revista Forbes. Gracias a su columna y a sus buenos resultados invirtiendo en su fondo, sus ideas fueron ganando popularidad con el paso del tiempo. También ha publicado cuatro libros, dedicados principalmente a divulgar su concepto del inversor contrarian.
Filosofía de inversión de David Dreman: la importancia de nadar a contracorriente
El término más asociado a la figura de David Dreman es contrarian. En inglés esta palabra hace referencia a alguien que mantiene una opinión contrapuesta a la de la mayoría.
Dreman probablemente llegó a su filosofía de inversión como consecuencia de sus malos resultados al inicio de su carrera inversora. Siendo analista joven en 1969, Dreman apostó fuertemente por empresas que estaban de moda. Compró empresas sobre las que la mayoría de inversores tenían buena opinión, y cuyas cotizaciones parecían crecer de manera recurrente. Sin embargo los beneficios reportados de las empresas no eran todo lo sólidos que pudieran parecer. Dreman terminó perdiendo el 75% del valor de su cartera.
Gracias a esta experiencia, Dreman se tomó muy en serio el papel y el poder de la psicología sobre el comportamiento de los inversores. Sobre esta premisa, empezó a construir su marco intelectual para ser contrarian.
Influenciado por sus malos resultados invirtiendo en empresas de crecimiento, optó por llevar a cabo una estrategia de invertir en empresas baratas, es decir una estrategia de deep value investing.
Otro de los factores claves en la filosofía de inversión de Dreman era su enorme capacidad de disciplina. Cuando se lleva una opinión contraria a la mayoría, el mercado suele tardar algo de tiempo en recompensarte. Por ello es muy importante la seguridad en las decisiones y el análisis propio, así como la disciplina para no desviarse del camino y estrategia que implementemos.
Empresas baratas. Múltiplos bajos.
Dreman siempre tuvo una inclinación cuantitativa en su forma de ver los mercados. Desde muy pronto fue conocedor de la literatura académica que resaltaba que una estrategia de comprar empresas con múltiplos bajos (PER, Precio/Valor Contable, y Precio/Cash Flow) era la clave para obtener buenos resultados a largo plazo.
Uno de los pioneros en la divulgación de estos métodos de selección de empresas por múltiplos fue David Dreman. En sus libros se muestran todos los datos, que señalan que dividir las empresas de manera estadística de esta forma, puede ser una estrategia interesante que dé buenos resultados.
El concepto de empresa barata para Dreman era simplemente aquella cuyo precio era bajo en relación a los beneficios que producía (PER), o cuyo precio era bajo en relación al valor contable que indicaba la empresa en su balance, o cuyo precio era bajo en relación al flujo de caja que producía su negocio.
Legado intelectual de David Dreman
Los métodos cuantitativos de Dreman en parte son el origen de los métodos estadísticos más desarrollados actuales como el factor investing. La colaboración e influencia de Dreman en difundir esta forma de pensar estadística es muy importante.
El concepto de inversor contrarian irá siempre ligado a la figura de Dreman. Pero para invertir bien no sólo basta con llevar la contraria. Hay que llevar la contraria y tener razón, si pretendemos invertir con éxito y obtener rentabilidades superiores a la media. El consenso suele estar reflejado en los precios. Por tanto ser inversor contrarian exige realizar buenos análisis, comprender, y tener la disciplina para ejecutar nuestra estrategia.
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