En el siglo XXI hablar la lengua de cada país no es suficiente. La tecnología conecta todo el mundo y las relaciones personales y laborales ya no se limitan a la misma región. Comunicarse en inglés se ha vuelto imprescindible y las generaciones de este siglo ya empiezan a aprender otros idiomas; ahora no es tan extraño aprender alemán o chino. Buscamos un futuro mejor, mejor comunicado y más conectado, y para lograrlo, hablar otros idiomas es indispensable.
Con dicha generalización en el aprendizaje de idiomas y el acceso casi universal a Internet, los medios tradicionales se están quedando obsoletos. Muchos nos acordamos de esos work books y los casetes para aprender idiomas. Por no hablar de las tardes después de clase o del trabajo en que acudíamos a la escuela de idiomas o a una academia. Esa forma de aprender otra lengua siguen existiendo, pero actualmente existen otras más eficientes y al alcance de todos los bolsillos.
Hace unos días consideramos los MOOC como una manera excelente de formarse a precios de risa, aunque vimos que la mayoría de los cursos formativos son en inglés. Otro motivo más para ponernos con ello y dominar este idioma como un primer paso para continuar formándonos.
Aprender idiomas online
Los horarios nos reducen el tiempo disponible para aprender idiomas, contar con un par de horas por la tarde varios días fijos a la semana no es fácil, y lo vemos como una excusa para ir dejándolo un mes tras otro. Pero no hay justificación posible ante la oferta disponible en el teléfono y la tablet, que llevamos siempre encima, o por la tarde cuando tenemos un rato libre en casa.
Aplicaciones para el smartphone o tablet
Hay una enorme variedad, basta con pasarse por la Play Store o App Store para comprobarlo. En este ámbito, Duolingo se ha consolidado como la aplicación definitiva. Los clásicos reading, listening y writing son su base, pero en una interfaz muy amena que funciona a modo de juego. Para los hispanohablantes, por ahora tenemos disponibles cinco idiomas: inglés, francés, alemán, italiano y portugués.
Prueba de su efectividad es que miles de profesores ya la utilizan en sus clases en los colegios. Además, permite obtener una certificación por 20 dólares, relacionada con el título del TOEFL iBT.
Canales de Youtube
Internet ha cambiado totalmente el funcionamiento de las cosas. Antes la única opción de que un buen profesor nos diera una clase en inglés era asistiendo en persona. Ahora entramos en Youtube, elegimos uno de los excelentes profesores nativos disponibles y buscamos un vídeo que explique lo que queremos aprender. Totalmente gratis para nosotros, y los profesores youtuberos cobran mediante la publicidad que se inserta en su canal y en sus vídeos. Uno de los más completos es engVid.
Páginas específicas para aprender inglés
Hay páginas que ofrecen cursos online, con las típicas lecciones y cuestionarios. Una alternativa muy interesante es Learning English de la BBC. Aquí podemos aprender inglés a través de sesiones con temas de actualidad y noticias.
Clases por Skype
Internet es útil para el profesor y para el alumno. En ese sentido, cada vez un mayor número de profesores nativos dan clases desde su país por Internet. A través de páginas específicas podremos contactar con el profesor y determinar el horario de nuestra próxima lección. Es cierto que se requiere cierto dominio del idioma, pues no hablar en persona aumenta la dificultad, pero es la mejor forma de estar preparado para nuestra siguiente videoconferencia o entrevista online.
Intercambio de idiomas
Páginas como Pachange, Conversation Exchange y otras similares, nos permiten contactar con personas para practicar otros idiomas a cambio de practicar con nuestra lengua materna.
Viajando al extranjero
En las próximas vacaciones podríamos plantearnos compartir unos días con una familia de otro país, además, así podremos comprobar que nuestro esfuerzo estudiando idiomas ha servido para algo. El mejor modo de aprender un idioma es practicándolo en un país donde se hable y vernos en la obligación de usarlo para comunicarnos.
Certificar o no certificar un idioma
Cuando se trata de certificar nuestros conocimientos, como en una entrevista de trabajo, muchas empresas requieren un documento que acredite el nivel. Por lo que, en la mayoría de los casos, todavía resulta necesario la certificación mediante un examen de Cambridge, el TOEFL o el IELTS. Hemos visto que aprender idiomas por nuestra cuenta y gratis es posible, solamente faltaría prepararnos uno de esos exámenes y pagar las tasas correspondientes.