Por lo general, en la vida nunca llueve a gusto de todos. En economía tampoco. La Fed (Reserva Federal) ha elevado los tipos en su reunión de marzo hasta el 1%. Además, tiene la intención de subirlos hasta en 2 ocasiones en lo que queda de año. Pero, ¿a quién le viene bien esta subida de tipos?, ¿a quién le perjudica?
¿Quién gana?
Los que tengan dólares
Teóricamente, el dólar debería apreciarse contra otras divisas. Esto es positivo para las empresas extranjeras que exporten sus productos a EE.UU. o tengan negocio allí, ya que verán elevar sus ingresos cuando traduzcan esos dólares a su divisa de referencia.
Ahorradores americanos
Empezarán a subir progresivamente los depósitos y los intereses que ofrece la deuda pública americana.
Sector bancario
Aumentará el margen de intereses (la diferencia entre lo que pagan por sus depósitos y lo que cobran por los préstamos que conceden) de los bancos que operan allí.
Freno a las burbujas
Toda política expansiva tiene el riesgo de generar burbujas en algunos activos financieros. Ahora que la Reserva Federal está normalizando esta política, el crédito más caro y el fin del QE en octubre de 2014 deberían ayudar a evitar que se alimenten burbujas.
Mensaje que se lanza
Si la Reserva Federal sube tipos es porque considera que su economía, con una tasa de paro por debajo del 5% y un PIB del 1,9% en el cuarto trimestre de 2016, se encuentra preparada para soportar la subida de tipos.
¿Quién pierde?
La bolsa americana
Muchos inversores optarán por invertir en deuda pública y depósitos, que tienen menos riesgo y ofrecerán tras la subida una rentabilidad cada vez más atractiva.
Las materias primas
Como se negocian en dólares, encarecerá el coste que pagaremos por ellas los países importadores. Eso debería afectar a su demanda y, por lo tanto, al precio de las materias primas en los mercados internacionales.
El consumo estadounidense
Como subirán los tipos, también lo hará el interés de los préstamos que soliciten los consumidores. La caída de muchos activos financieros hará mella en el efecto riqueza.
Empresas americanas
Las multinacionales americanas con negocio en el extranjero se verán afectadas por los tipos de cambio y porque generarán menores volúmenes de ventas fuera de EE.UU., ya que sus productos serán menos competitivos en precio. En contraposición se encuentra la postura de los inversores de fuera de EE.UU., que ante la previsible subida del dólar, podrían tomar posiciones en renta variable USA.
Perjudicará a las empresas que no hayan “hecho los deberes” refinanciando su deuda a tipos más bajos, ya que encontrarán ahora un coste de la deuda mayor si quieren reestructurar su pasivo bancario.
La inflación
Unos tipos más altos ejercerán una presión a la baja en el nivel de precios, fruto de la previsible ralentización del consumo y porque los bienes importados le resultarán más baratos.
Latinoamérica
La subida del dólar es negativa para las instituciones que tengan deuda emitida en esa divisa, como es el caso de muchos gobiernos y empresas de esta región.
El precio de los bonos
Caerá el precio de la deuda americana ya emitida, ya que los bonos que se subasten en el futuro tendrán mayores cupones.
¿Como afecta a los españoles?
De primeras, nos resultará más caro viajar a Estados Unidos. En cambio, a los estadounidenses les saldrá más barato viajar al extranjero, algo que agradecerá nuestro sector turístico.
Para nuestras empresas, el impacto será diferente según el caso. Beneficia a las que tienen negocio allí, como Grifols, Viscofan o Iberdrola, para las que un dólar fuerte es una buena noticia. En cambio, esto podría dañar las cuentas de Telefónica, que no tiene presencia en EE.UU. pero sí cuenta con un alto volumen de deuda emitida en dólares.
En el caso de los dos grandes bancos españoles BBVA y Santander, la subida de tipos les deja un sabor agridulce. Por un lado agradecerán la previsible mejora del margen de intereses en sus filiales estadounidenses, pero por otro, podrían ver agravados los problemas en su negocio en Latinoamérica.
La subida del dólar encarecerá las importaciones de bienes denominados en esa divisa (como el petróleo) y ejercerá una presión al alza en la inflación de Europa. Estas previsiones de mayor inflación hacen que la subida de tipos del BCE aparezca en el horizonte, algo que agradecen unos bancos que esperan como agua de mayo poder cobrar más por el crédito y por las hipotecas. Al contrario, las compañías defensivas más endeudadas temen que los tipos vayan subiendo y por tanto también lo hagan sus costes de financiación.