A la hora de invertir en los mercados financieros existen muchos estilos de inversión, casi tantos como inversores, con los que se intenta obtener rentabilidades por encima de la media buscando aprovecharse de diferentes factores.
Un estilo de inversión que es utilizado por muchos fondos de inversión e inversores particulares es la estrategia de rotación de sectores, que consiste en invertir la cartera en empresas de aquellos sectores que se espera que tengan un mejor comportamiento en cada una de las diferentes fases del ciclo económico.
Toda economía tiene unos sectores productivos que determinan la estructura económica del país, por lo que habrá una serie de empresas pertenecientes a determinados sectores que tendrán un mejor comportamiento en fases expansivas del ciclo. En el caso español, uno de los sectores fundamentales para su economía es el sector turístico.
Vamos a hablar brevemente de la posibilidad de invertir nuestro dinero en empresas del sector turístico teniendo en cuenta que, a pesar de ser un sector importante de nuestra economía, es un sector muy estacional que obtiene sus mejores resultados entre los meses de junio y septiembre.
Si nuestro objetivo es posicionarnos en este tipo de empresas para obtener beneficios en el corto plazo, lo que tenemos que hacer es analizar los diversos factores que tienen una incidencia directa en las empresas del sector turístico para tratar de prever la evolución de la cotización de sus acciones en bolsa.
Los beneficios del sector turístico están directamente relacionados con el consumo privado, por lo que sus mejores resultados a nivel empresarial coincidirán con aquellas fases del ciclo económico en donde la demanda se encuentre en expansión, es decir, cuando la economía se encuentre en fase de crecimiento.
Este mayor consumo por parte de las familias se traducirá en la mejora de una serie de variables que tendrán una incidencia muy positiva sobre la cotización de las acciones de las empresas turísticas. Así, un mayor consumo se acaba traduciendo en un mayor número de pernoctaciones en los hoteles, un mayor número de viajeros utilizando el avión…
La coyuntura económica y política internacional también puede ser un elemento fundamental que incida directamente sobre la cotización de las acciones de las empresas turísticas. Así, la caída del precio del petróleo puede tener un efecto positivo que impulse los beneficios de compañías de transporte, como las aerolíneas o los trenes, lo que hará que puedan aplicar rebajas en sus billetes debido a la reducción de costes que implica dicha caída del petróleo, y que a su vez ocasionará un incremento en su demanda y un aumento en consecuencia de sus beneficios.
Por otro lado, la situación económica que atraviesen los países cuyos ciudadanos tradicionalmente eligen nuestro país como su destino vacacional (alemanes, ingleses, rusos…) también tendrá importancia en la evolución del negocio turístico en España. Si esos países ven como su renta disminuye o su tipo de cambio se devalúa tanto que hace encarecer demasiado el coste de su estancia, podemos ver como la llegada de turistas extranjeros a nuestro país se reduce, lo que implicará menos beneficios para nuestras empresas.
Por último, el sector turístico es muy sensible a los eventos inesperados, como atentados terroristas o posibles epidemias. Cuando sucede un evento inesperado muchos de los turistas que tenían reservado algún tipo de alojamiento o paquete turístico suelen cancelarlo por temor a verse afectados, lo que implica que las compañías turísticas puedan incurrir en pérdidas si las cancelaciones son masivas.
Por lo tanto, si queremos invertir en empresas del sector turístico con éxito debemos tener prevista la posible evolución de todas aquellas variables que puedan afectar a las cotizaciones de las compañías, lo que nos dará una idea de por dónde evolucionará el sector en el corto/medio plazo, pudiendo así tomar la mejor decisión de inversión.
Entre las compañías españolas que cotizan en bolsa dentro de este sector podemos citar a las hoteleras NH y Meliá, la aerolínea IAG (fruto de la fusión de Iberia y British Airways), el buscador eDreams o la plataforma de servicios tecnológicos Amadeus.