Vivimos en un mundo en el que nuestras finanzas personales tienen una gran influencia sobre nuestra calidad de vida. Ser capaces de tomar decisiones financieras inteligentes y manejar nuestros recursos económicos de manera efectiva es fundamental para asegurarnos un futuro próspero y equilibrado. Pero esto no siempre es fácil y en muchas ocasiones se convierte en un desafío. Por esta razón, existe un consenso cada vez más generalizado sobre la necesidad de mejorar el nivel de cultura financiera y somo más conscientes de la importancia de la educación financiera.
Contar con una buena educación financiera es, sin duda, esencial, si bien hasta ahora no se le ha dado toda la importancia debida. En los últimos años, hemos visto cómo ha ido cobrando más y más importancia. No es difícil de entender las razones para ello. Los tiempos han cambiado, la globalización y el consumo han generado una sociedad cada vez más compleja desde el punto de vista económico.
Es obvio que una buena educación financiera no nos hace inmunes a una recesión económica o a una crisis, pero hay muchos estudios que demuestran cómo aquellos ciudadanos con mayor nivel de cultura financiera han sabido hacer frente a estas situaciones con mayor solvencia.
La educación financiera puede ayudarnos a tomar decisiones informadas sobre nuestros ingresos y gastos. Esto incluye la elección de una cuenta bancaria adecuada, la selección de un plan de ahorro y la inversión en el futuro. Saber cómo hacemos, gastamos y salvaguardamos nuestro dinero puede ser un ejercicio valioso que nos ayuda a pensar en el futuro.
Además, al aprender a ahorrar e invertir en el futuro, podemos mejorar nuestra calidad de vida y alcanzar nuestros objetivos financieros. Por ejemplo, si queremos comprar una casa, necesitaremos ahorrar para el pago inicial. O tal vez esperamos jubilarnos temprano, lo que significa que necesitamos empezar a invertir y planificar para el futuro.
La educación financiera es importante porque enseña valores financieros positivos. Este conocimiento nos brinda oportunidades de cambio, para que nuestros hijos puedan también aprender a hacer mejor uso de su dinero de manera temprana. La planificación y administración de nuestras finanzas es un signo de responsabilidad y madurez que enseña el respeto por los recursos propios y la capacidad de programar metas futuras.
En resumen, la educación financiera es esencial para mejorar nuestras habilidades financieras, tomar decisiones más informadas, y evitar problemas financieros. Una persona capaz de manejar su dinero de manera consciente, ahorrando y evitando el endeudamiento innecesario, preparándose ante emergencias financieras, y logrando metas de inversión, tendrá un mejor futuro financiero y mayor seguridad en su vida.
En Self Bank somos conscientes de la problemática que existe en torno a este tema, lo que nos lleva a participar de manera activa en numerosas iniciativas relacionadas con la educación financiera, como es el caso del programa “Tus finanzas, tu futuro”, impulsado por la Asociación Española de Banca (AEB), gracias al que cerca de 60.000 estudiantes de secundaria recibieron talleres sobre conocimientos económicos y financieros.