Los planes de muchos bancos centrales de todo el mundo para introducir de alguna manera las divisas digitales avanzan, pero ¿hasta qué punto pueden ser un nuevo terremoto en los mercados financieros?
¿Hacia una disrupción de los bancos centrales?
En realidad, la palabra terremoto o su símil en inglés disruption no es un término que se pueda ver asociado con asiduidad a los bancos centrales. Sin embargo, a medida que los grandes bancos centrales del mundo avanzan hacia una posible introducción de sus propias divisas digitales, es indudable que el sistema financiero mundial podría sufrir un terremoto relevante.
Efectivo, pero digital
El acrónimo clave para entender la situación actual de las divisas digitales de los bancos centrales es el CBDC, acrónimo de Central Bank Digital Currencies. Estas nuevas monedas serían una nueva forma de efectivo digital creada para reemplazar el efectivo físico.
No es lo mismo divisa digital que criptodivisa
En cualquier caso, es importante precisar que las divisas digitales no deben confundirse con las criptodivisas, aunque estas últimas estén ligadas o asociadas a un activo subyacente, como las stablecoins, o respaldadas por una cadena de bloques (blockchain) como el bitcóin o el Ethereum.
Por el contrario, las CBDS o divisas digitales no son más que lo que se anunciaba: una forma digital de divisas emitida y respaldada por un banco central y registrada en una contabilidad centralizada. Todo esto es esencial en la liquidez digital o digital cash.
¿Por qué se habla ahora tanto de las CBDC?
La respuesta a la pregunta de por qué se habla tanto de las divisas digitales de los bancos centrales es porque hasta un 86% de los bancos centrales están trabajando para emitir su propia divisa digital.
Digital cash en China
Quizás sea el Banco Central de China el que vaya más avanzado, pues ya ha realizado algunos intentos piloto en algunas de sus ciudades.
Digital cash en Europa y Estados Unidos
Las previsiones indican que el Banco Central Europeo (BCE) pronto podría anunciar sus avances y la Reserva Federal de Boston, una de las que componen la FED, estaría preparada para avanzar en uno de sus dos proyectos de investigación sobre las CBDC de la mano del Massachusetts Institute of Technology (MIT).
Eso sí, el presidente de la Fed de Boston, Eric Rossengren manifestó que, a pesar de trabajar en dos proyectos de investigación sobre CBDC, no estaba claro que EE.UU. necesitara una divisa digital debido a las mejoras en los sistemas de pagos de la Fed. Rosengren hacía referencia a FedNow, un sistema de pagos que podría debutar en 2023 y que podría solucionar algunos de los problemas actuales.
Las claves para entender el interés en las divisas digitales
Los expertos señalan que el repentino interés de los bancos centrales en las divisas digitales se basa principalmente en tres motivos:
1. La soberanía monetaria
Las redes de pagos privadas se han extendido con rapidez. A medida que gana cuota de mercado, estas redes podrían convertirse en un sistema de pagos primario. Por lo tanto, los bancos centrales estarían preocupados por la posibilidad de que el dinero pudiera circular casi exclusivamente por estas redes, lo que podría suponer una amenaza a su control del sistema monetario global.
2. La estabilidad financiera
La potencial quiebra de una red o plataforma privada dedicada a proporcionar dinero digital podría impactar a todo el sistema de pagos y desestabilizar al sistema financiero.
Si bien los reguladores han dado pasos para mitigar estos posibles riesgos, no pueden eliminarlos completamente. Por lo tanto, si los bancos centrales emitieran sus propias divisas digitales podrían garantizar su seguridad como medio de pago.
3. La inclusión financiera
El aumento de las redes privadas podría excluir segmentos de la población como pueden ser todas aquellas personas o mercados poco o nada bancarizados. Una CBDC, tal y como haría un dinero físico, puede estar disponible de una forma más global y proporcionar una mayor inclusión financiera.
¿Cómo de fuerte puede ser este terremoto?
Aunque es difícil de prever, la respuesta podría ser complicada para el sector financiero, porque sus efectos es probable que sean de largo alcance.
Comisiones
Por ejemplo, los bancos comerciales podrían afrontar la desintermediación, esto es, perderían ingresos por comisiones si los usuarios se pasan a entidades financieras no bancarias.
Mayor competencia
Una vez lanzadas las divisas digitales, los consumidores podrían transferir a sus cuentas digitales sus depósitos bancarios dentro de los límites que pongan los bancos centrales. Y la infraestructura tecnológica de las divisas digitales también podría facilitar a las entidades financieras no bancarias entrar en el sector de los pagos. A medida que esta transición acelere, la presión competitiva sobre los bancos comerciales podría aumentar.
Los datos en las nuevas transacciones con CBDC
Otra área que podría verse afectada es la de los datos de transacciones. En firmas como el banco estadounidense Morgan Stanley esperan una batalla entre los consumidores que quieren permanecer anónimos y las innovadoras compañías Fintech que proporcionan incentivos para que los consumidores utilicen sus plataformas, generando por lo tanto datos muy valiosos en esas transacciones.
Así pues, el éxito de las Fintech podría impulsar una proliferación de efectos en las redes que les permitan ganar cuota de mercado frente a los bancos tradicionales.
Nuevos jugadores en el esquema internacional de pagos
Por último, los expertos señalan que las divisas digitales podrían impactar el sistema de pagos internacional. Cualquier país con una divisa digital que sea aceptada en las transacciones internacionales podría disfrutar de ventajas significativas en costes de financiación y en el control sobre las transacciones, un papel similar al que disfruta el dólar actualmente.
Por este motivo, algunos bancos centrales, como el BCE y el Banco de China, podrían estar viendo el movimiento hacia las divisas digitales como una oportunidad de elevar el estatus internacional de sus monedas respectivas y la cuota de mercado en los pagos transfronterizos.
En conclusión, aunque la irrupción de divisas digitales no llegue a ser un terremoto, sí que generará consecuencias involuntarias. El ritmo de las sacudidas dependerá de la rapidez con la que se hagan hueco en el sistema financiero las divisas digitales. En la medida en que las divisas digitales vayan siendo aceptadas, habrá más oportunidades para la innovación y aumentarán los efectos sobre el sistema financiero.
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