Una de las principales formas de clasificación de los fondos de inversión sería la división entre fondos de inversión activos y fondos de inversión pasivos.
Los fondos de inversión pasivos están enfocados en replicar el índice al cual están referenciados (por ejemplo, el IBEX 35). Esto ofrece dos ventajas: una, que los costes de gestión son menores (en parte porque no hace falta idear estrategias, simplemente seguir la proporción del índice de referencia), y otra, que la rentabilidad será similar a la obtenida por ese índice, por lo que no cabe temer grandes fiascos (o al menos, no superiores a los de ese mercado).
Mientras, los fondos de inversión activa buscan obtener una mayor rentabilidad que la media del mercado, siempre que se acierte con los valores en los que se invierte. Esto requiere que el criterio del equipo gestor sea adecuado y una mayor actividad por parte de este, para ir moviéndose entre activos a medida que la situación lo requiera. Como contrapartida, las comisiones de gestión serán más altas, y de la misma manera que es posible obtener mayores rentabilidades, también es posible que el rendimiento sea sensiblemente inferior al del mercado; en definitiva, podríamos concluir que implican mayor riesgo.
¿Qué es el active share en los fondos de inversión?
El active share es la diferencia entre la cartera que compone el fondo de inversión respecto a la que forma el índice. Puede servir para ayudarnos a elegir un fondo de inversión, en función del nivel de riesgo que queramos asumir, entendido en este caso como la diferencia respecto a la media del mercado.
De esta manera, dependiendo del valor del active share tendremos una estimación de en qué medida el fondo de inversión es activo o más bien es un «closet indexer» (fondos muy similares al índice).
¿Cómo se calcula el active share?
Para medir cuanto de activa es una cartera, se suman las diferencias absolutas entre la participación de cada valor en esa cartera y la participación en el índice de referencia, y se divide entre dos. Por ejemplo, si la proporción de un activo en la cartera es del 15% y la proporción en el índice de referencia es del 20%, el active share de esa posición será del 2,5% ((20%-15%)/2)
Cuanto más se acerque al 100%, más activo será el fondo, y cuanto más se acerque a cero, más pasivo será. Un fondo de inversión con un active share del 0% tendría las mismas participaciones del índice de referencia, mientras que un active share del 100% no compartiría ninguna posición con el índice.
Por ejemplo:
En el ejemplo, el fondo de inversión 1 se parece medianamente al índice de referencia, con una mayor ponderación, en general, de los valores que más pesan en este índice; su active share es del 15%.
En el segundo caso, el fondo de inversión replica exactamente al índice, por lo que su active share es de 0%, es un fondo pasivo.
Por último, el fondo de inversión 3 tiene unos porcentajes bastante distintos, ponderando menos los valores que más pesan en el índice, y dando más importancia a acciones que en el índice son minoritarias. Su active share es del 50%.
Te recordamos que la inversión en fondos implica asumir un determinado nivel de riesgo, que dependerá del fondo que desees contratar. No todos los fondos de inversión son iguales y tienen distintos niveles de riesgo en función de distintos factores. En nuestra web se puede consultar, tanto en el buscador como antes de la contratación de cualquier fondo, el DFI (Datos Fundamentales Inversor), el Informe Semestral y el folleto completo correspondiente, para conocer las características, costes y riesgos de cada fondo. Estos documentos también se encuentran accesibles en la web de la CNMV (www.cnmv.es).
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