Una de las primeras cosas que uno se plantea cuando comienza a invertir es cómo considera Hacienda las plusvalías, es decir, las diferencias de valor entre lo que hemos comprado y lo que hemos vendido.
Por ejemplo, si adquirimos 100 acciones a 10 euros = 1.000, y las vendemos a 1.200, tenemos un beneficio de 200 euros. Fácil, ¿no? Bueno, en realidad, se podría afinar un poco más, ya que habría que descontar los gastos de las operaciones, ya que tanto en la compra como en la venta habrá unas comisiones.
En cualquier caso, hasta aquí es sencillo de calcular. El problema surge cuando adquirimos acciones de la misma compañía en varias tandas y a distintos precios, y luego vendemos. Queda muy claro con el siguiente ejemplo:
- El 02/03/17 adquirimos 100 acciones, a 10 euros = 1.000 euros.
- El 07/05/17 compramos 200 más a 9,5 euros = 1.900 euros.
- El 03/08/18 compramos 300, a 11 euros = 3.300 euros.
Es decir, en total hemos adquirido 600 acciones, por un importe de 6.200 euros, a una media de 10,33 euros por acción.
- El 16/09/18 vendemos 300 acciones, a 12 euros = 3.600 euros. ¿Cuánto hemos ganado?
Método FIFO, el utilizado por Hacienda
Hay, básicamente, tres alternativas:
- Que las 300 acciones vendidas sean las primeras que compramos (las primeras 100, más las 200 siguientes).
- Que sean las últimas que compramos.
- Que se utilice la media de las adquisiciones.
El resultado de la operación de venta varía, en función del método utilizado:
- Con la primera opción, ganaríamos: 3.600 – 2.900 = 700 euros. (método FIFO)
- Con la segunda alternativa: 3.600 – 3.300 = 300 euros.
- Con el tercer método: 3.600 – 3.100 (300 x 10,33 euros por acción) = 500 euros.
Evidentemente, estas diferencias pueden ser más o menos favorables dependiendo del método elegido, en función de los sucesivos precios de compra que hayamos tenido. Además, lo que ganemos de más o de menos al aplicar un método en lugar de otro, se compensará cuando se vendan el resto de las acciones.
En cualquier caso, para que no haya diferencias de valoración según el criterio elegido, Hacienda se decanta por el método FIFO, criterio ampliamente conocido en el ámbito contable, acrónimo de First In, First Out, que en castellano significa: lo primero que entra es lo primero que sale.
- En el ejemplo, se corresponde con la primera opción: con el método FIFO estamos vendiendo las primeras acciones que hemos comprado.
- Si en lugar de vender 300, hubiésemos vendido 200, se corresponden con las 100 primeras, más 100 de las 200 que adquirimos en segundo lugar. En este caso, en cartera nos quedarían las otras 100 compradas a 9,5 más las 300 adquiridas a 12 euros.
Para facilitar los cálculos, la AEAT proporciona la aplicación Cartera de Valores, donde se pueden ir introduciendo las sucesivas operaciones de compra y venta que tengamos, y el programa se encargará de calcular los beneficios o pérdidas de cada operación según el método FIFO.