Aunque los términos Ahorro e Inversión estén fuertemente relacionados, son conceptos que difieren en cuanto a su significado. Aquí os damos la primera pista: la principal diferencia es el propósito que queremos con ese dinero así como el destino del mismo.
Cuando hablamos de ahorro, estamos haciendo referencia a una cierta cantidad de dinero a la que renunciamos en el momento presenta para poder disponer de ella en un futuro. Bien, hasta aquí no encontramos distinción alguna con respecto a la inversión. La diferencia está en que cuando ahorramos, el dinero lo depositamos en un lugar donde prima la seguridad y la ausencia de riesgo, no obstante, se suelen generar una cantidad mínima de intereses. Un buen ejemplo sería una cuenta bancaria o un depósito.
Por otra parte, a la hora de planificar nuestro ahorro, tenemos que tener en cuenta que si mantenemos el dinero de forma líquida, por ejemplo “debajo del colchón” ¡perderemos capacidad de poder adquisitivo en un futuro!, ya que hemos de recordar que el concepto de inflación entra en juego, es decir, no podemos comprar lo mismo con 1.000 euros hoy que hace 10 años.
El propósito de ahorro (ingresos-gastos) suele ser cubrir ciertos imprevistos en el futuro, complementar la jubilación o el poder abordar en el fututo algún proyecto que tengamos en mente.
Cuando hablamos de inversión, generalmente se suele hacer referencia a la compra de un activo o contratación de un producto financiero que nos otorgue un plus de rentabilidad, aunque asumiendo niveles más altos de riesgo. Aquí aparece el binomio rentabilidad-riesgo, que variará dependiendo del producto. Otro factor a tener claro a la hora de realizar nuestra inversión es que en la mayoría de los casos el rendimiento del capital invertido es incierto.
A pesar de las diferencias que existen entre el ahorro y la inversión, para acometer cualquiera de las dos, debemos de realizar un esfuerzo presente, que se verá recompensado en el futuro. También debemos de tener claras nuestras prioridades y nuestras características como inversor, sabiendo en todo momento nuestro objetivo en cuanto a rentabilidad, horizonte temporal y aversión al riesgo.