Conseguir la independencia financiera es el gran fin de muchos inversores. Hay quien lo intenta especulando en bolsa a muy corto plazo, tratando de obtener ganancias a diario de manera sostenible en el tiempo. Otros inversores utilizan la estrategia “Buy & Hold” (comprar y mantener), cuyos resultados se perciben a largo plazo.
Una de las formas más extendidas de la estrategia de Buy & Hold es invertir en empresas que reparten dividendos con cierta periodicidad.
¿En qué consiste esta estrategia?
El inversor construye una cartera diversificada, que incluya empresas de diferentes sectores y países, incluso cotizadas en diferentes divisas. La diversificación reduce el riesgo de la cartera, ya que si únicamente invertimos en un sector o área geográfica, quedamos expuestos a circunstancias excepcionales que hagan caer nuestra inversión. La cartera se construye realizando aportaciones periódicas a la inversión, con lo que conseguimos una “diversificación temporal”, que minimiza el riesgo de comprar acciones solo cuando están caras.
Además se suele invertir en empresas de elevada capitalización, consolidadas y de calidad, con beneficios sostenibles en el tiempo y que repartan dividendos con cierta recurrencia. Precisamente los ingresos obtenidos por dividendo son los que nos pueden ayudar en nuestra finalidad de obtener la independencia financiera a largo plazo.
¿Por qué son importantes los dividendos en esta estrategia?
Está muy bien que una acción se revalorice, pero lo que se busca con esta estrategia es recibir rendimientos constantes en el tiempo a través del dividendo.
En realidad, el importe del dividendo repartido se descuenta del precio de la acción, por lo que esta baja en la misma cuantía del dividendo repartido. Por ejemplo, supongamos que una acción que cotiza a 4 € paga un dividendo de 0,10 €. En ese momento, la acción pasará directamente a cotizar a 3,90 €. Aunque esto es así, esta estrategia parte de la base de que la mayoría de las acciones tienden a revalorizarse a largo plazo, por lo que se espera que la cotización alcance los niveles previos al pago del dividendo.
En los primeros años en los que el inversor forma su cartera es habitual acumular dividendos para reinvertirlos en nuevas compras de acciones, que ayuden a hacer crecer la cartera lo antes posible.
Con el paso del tiempo, y este es el fin último de esta estrategia, podemos conseguir llegar a tener una cartera que nos proporcione ingresos recurrentes, adicionales a otros como nuestra nómina o pensión. El objetivo de muchas carteras de este tipo es incrementar los ingresos cuando llegue la jubilación, compensando la caída de los ingresos mensuales. Además habremos acumulado riqueza con el valor de las acciones que componen la cartera, aunque en este caso la evolución de la misma es más impredecible.
Con la estrategia de Buy & Hold ¿mantenemos pase lo que pase?
Comprar y mantener no quiere decir que nos olvidemos de la inversión tras la compra de las acciones, de hecho es recomendable hacer cierto seguimiento de la cartera. En esta estrategia en principio no esperamos vender las acciones que componen la cartera, pero sí es necesario estar preparados para realizar cambios.
El inversor dispone de un capital limitado, por lo que ha de dedicarlo a las empresas que crea que más rentabilidad le pueden dar, dentro de su selección previa. Por eso a veces es necesario vender acciones que no se adaptan a un escenario cambiante (por ejemplo adaptando los bienes y servicios que ofrecen a los patrones de consumo del momento), que pierden el liderazgo en su mercado, que reducen dividendo, etc., para comprar otras cuyo futuro sea menos incierto o para las que esperemos mayor rentabilidad, minimizando el coste de oportunidad.
¿Cómo seleccionar los valores y el momento para comprar?
Como se mencionaba anteriormente, en esta estrategia es importante seleccionar empresas de cierto tamaño, que tengan una cuota de mercado importante y repartan dividendos habitualmente. También es recomendable que entendamos el negocio de la empresa donde invertimos y, lógicamente, que sepamos que funciona bien en el presente y creamos que es sostenible en el tiempo.
También podemos apoyarnos en el análisis técnico y en el fundamental. El análisis fundamental nos puede ayudar a decidir qué valores comprar y el análisis técnico cuándo hacerlo. En el área de clientes de Self Bank dispones de información sobre este tipo de análisis que puede ayudarte en el proceso.
Intentaremos comprar en distintos momentos, por motivos de diversificación temporal, pero normalmente se trata de incrementar posiciones cuando se considera que las acciones están baratas, ya que con el mismo dinero se pueden comprar más títulos, lo que impactará directamente en la rentabilidad que obtengamos por dividendo.
Selección de bróker para estrategias de Buy & Hold
En el mundo de las inversiones, dormir tranquilo es lo más importante. Esto no solo se refiere a la volatilidad de las acciones en las que invertimos o la cuantía de la inversión, sino también a qué bróker se las confiamos, por lo que elegiremos un bróker que nos dé seguridad.
Aquí las tarifas por operativa no van a ser tan importantes como si operásemos intradía, porque el número de compras y ventas es mucho menor. Sin embargo cobran especial importancia las comisiones recurrentes, como por mantenimiento de cuenta, custodia de valores o por cobro de dividendos, que se podrían comer parte de la rentabilidad mes a mes.
Si eres un inversor Buy & Hold o piensas iniciarte, aquí puedes consultar los productos que ofrecemos para llevar a cabo este tipo de estrategia.