Llevas semanas pensando en las vacaciones, ya tienes las fechas y el destino elegido. Solo queda comprar el vuelo y ahora, aprovechando que está a buen precio, por fin te dispones a hacerlo. Avanzas en el proceso de compra y ¿qué sucede? No sale tan barato como parecía, ni mucho menos. Entre los costes añadidos al billete de avión, las maletas juegan un papel importante, veámoslo.
Un vuelo Madrid – Berlín por 50 euros parece interesante. Luego miras con más detalle y resulta que ese concretamente sale de madrugada, que en el precio no se incluyen las tasas ni maletas facturadas y que tu acompañante probablemente no vaya sentado a tu lado.
Tipo de billete y viaje en avión
Las compañías aéreas de bajo coste revolucionaron la forma de viajar. Con easyJet y Ryanair como pioneras en Europa, desde finales de los noventa y, especialmente en la primera década del siglo, volar no es sinónimo de pagar una fortuna. Desde entonces, muchas otras compañías se han unido a la estrategia low cost, permitiendo conexiones entre países europeos por poco dinero.
Tradicionalmente han existido dos clases, economy (turista) y business (preferente), cuyas diferencias son de sobra conocidas: acceso prioritario, más servicios y mayor confort para la business. Hoy día, las aerolíneas low cost asignan nombres variopintos a sus clases, y aunque de facto existen la turista y business, otros adjetivos, habitualmente anglosajones, añaden extras y euros al billete de avión: Classic, Plus, Flex, Promo, Excellence, etc.
Volviendo al tema de las maletas. Las aerolíneas tradicionales y, sobre todo, las que operan vuelos transoceánicos, suelen incluir una pieza de equipaje facturado por billete. En cambio, las de bajo coste, en su afán por reducir al máximo el precio, lo único que ofrecen es un asiento en un vuelo de un aeropuerto A a otro B. Quien quiera algo más, que lo pague. Consecuentemente con esa estrategia, el primer precio mostrado en los resultados de búsqueda se refiere al precio base, sin tasas, sin comisiones y, por supuesto, sin maletas, siendo perfectamente posible, a la vez que paradójico, pagar más por llevar una maleta en la bodega que por un asiento en la cabina del avión.
A partir del billete base (ese de menor precio que aparece en la primera búsqueda), las compañías añaden alguno de los siguientes servicios por separado, o dentro de alguna clase superior, como las anteriormente citadas:
- Una maleta facturada, hasta ciertos kilos y dimensiones.
- Acceso preferente.
- Elección del asiento, para evitar viajar en asientos separados.
- Modificación de vuelos y fechas.
- Posibilidad de check-in en el mostrador del aeropuerto.
Cuánto cuesta realmente tu billete
Demasiadas veces hemos escuchado “aprovecha ahora que hay vuelos baratos”, o fulanito “fue a Londres por cinco euros”. Luego entramos en la web de esa aerolínea y ni rastro de esos precios. Tras un rato peleándonos con el buscador, acabamos conformándonos con un billete mucho más caro. Seguimos el proceso de compra y cuando, por fin, llegamos a la ventana de pago, esos 90 euros iniciales se han convertido en 150.
Las aerolíneas low cost muestran en sus resultados de búsqueda el precio del billete más barato, sobre el que añaden costes ajenos a la misma y, por supuesto, la maleta. Entre los costes adicionales, dependiendo del aeropuerto, del país y de la aerolínea:
- Impuestos.
- Tasas aeroportuarias.
- Tasas de entrada/salida de un país.
- Tasas de seguridad.
- Comisión por pagar con tarjeta.
- Equipaje facturado.
Por tanto, antes de tomar la decisión es recomendable avanzar en el proceso de compra hasta el último paso, y así evitar sorpresas en nuestro presupuesto de viaje.
Cuál es el precio por cada maleta
Hay viajeros que prefieren light travel o viajar ligero. Otros, en cambio, son incapaces de viajar sin su maletón facturado. Para los primeros, las tarifas sin maletas de las low cost se ajustan a la perfección a su modo de viajar.
Sin embargo, para viajes más largos o cuando se requiere más equipaje, no queda más remedio que añadir una maleta. Saberlo de antemano es fundamental para ser capaces de comparar tarifas y calcular si sale mejor elegir una superior o añadir una maleta a la tarifa base. También es posible adicionarla en el aeropuerto, justo antes del vuelo, pero habitualmente conlleva un sobrecoste.
En cualquier caso, no hay que olvidar las dimensiones y peso máximo permitido, que pueden variar de una compañía a otra, tanto en el equipaje facturado como en el de mano. Superarlos supone un desproporcionado cargo extra, por lo que es importante revisar las condiciones en su página web antes de empezar a empacar.
Trucos y recomendaciones para controlar el peso de la maleta y el equipaje de mano
La teoría de las low cost es sencilla: si cada viajero reduce su equipaje total (en cabina y en bodega), el peso del avión será menor, menor espacio, menor combustible, menor manipulación, menor tiempo y, por todo ello, tarifas más baratas. En base a ese principio, te recomendamos organizar el viaje con tranquilidad, valorando todas las opciones ofrecidas por la aerolínea y seguir los siguientes trucos para controlar el peso:
- Antes del viaje, elabora una lista para saber qué llevar y qué no.
- Si quieres ahorrar, olvídate del “por si acaso”, acabarás pagando por pasear ropa; si olvidaste algo, probablemente en el destino lo podrás encontrar.
- Comprueba en la página de la compañía las limitaciones para el equipaje de mano y el facturado.
- Juega al Tetris hasta que quepa: el día antes, sin prisas, intenta que el equipaje realmente necesario quepa en la maleta de mano. Como es gratis, si te sobra espacio aprovecha para llevar aquí lo máximo posible, siempre que no sean objetos prohibidos.
- Lleva los documentos por separado, los envases de menos de 100 ml en una bolsa transparente, y ten los aparatos electrónicos localizados.
- Como regla general, piensa que en cabina puedes llevar un bulto de máximo 10 kg y que no supere las dimensiones 55 cm x 40 cm x 20 cm y un abrigo u otro bolso pequeño de mano.
- De necesitarse más espacio, es mejor facturar una maleta online que en el aeropuerto.
- Ve con tiempo al aeropuerto, las prisas no son buenas compañeras cuando hay que pasar el control de seguridad y caminar hasta la puerta de embarque. Además, si fuese necesario reestructurar el equipaje entre el facturado y el de mano, es mejor ir sobrados de tiempo.
- Sin llegar al extremo de llevar varias capas de ropa, sí que ayuda llevar ese abrigo pesado o voluminoso en la mano.
- Una báscula portátil es muy útil para comprobar que vamos bien de peso.
- Si viajas con más personas, podría ser buena idea repartir el peso entre varias maletas,
- Ajustar el peso entre varios y facturar una maleta de más kilos.
- Una funda protectora donde quepan dos maletas pequeñas cuenta como un único bulto. Si es menor que el peso y dimensiones permitidos, será otra forma de ahorrar