Rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras. Ese es un principio que todo inversor conoce sobradamente. Entonces, ¿podemos obviar directamente el histórico de rentabilidades? En absoluto. No nos engañemos: a la hora de tomar una decisión de inversión, ¿nos atreveríamos a poner nuestro dinero en un producto o sistema de inversión que en el pasado acumule consistentemente rentabilidades negativas?
Así pues, si bien un pasado rentable no garantiza un futuro en verde, ver un histórico de rentabilidad en negativo desde luego no invita en mayor grado al optimismo.
Qué es: definición y concepto
El backtesting consiste en hacer una evaluación de una estrategia o sistema de inversión en base a los datos históricos del mercado. Por ejemplo, si decidiéramos empezar a aplicar la estrategia de inversión long short equity, deberíamos coger los datos de los mercados financieros históricos de los últimos diez años, por poner un ejemplo, y simular sobre esa información nuestro sistema.
Si los resultados obtenidos son positivos, podemos pensar que la estrategia que hemos configurado puede llegar a ser rentable. Sin embargo, si los resultados históricos de nuestra estrategia son negativos, deberíamos plantearnos hacer cambios a la misma, pues posiblemente no sea rentable tampoco a futuro.
Cómo aplicarlo y sacar conclusiones
Aunque es cierto que mucha gente se aventura a aplicar directamente la estrategia que pretende operar en tiempo real, lo más adecuado a la hora de estudiar una nueva estrategia es precisamente recabar datos históricos del mercado de un activo determinado (por ejemplo, de la evolución del IBEX35 o de alguna acción concreta) y aplicar sobre ellos la estrategia.
Es decir, el backtesting consiste en estudiar todas las operaciones que nuestra estrategia hubiera realizado en el pasado para de este modo intentar sacar conclusiones de cara a mejorar el sistema para el futuro.
De igual forma, se pueden comparar diferentes estrategias con un mismo sistema, por ejemplo trabajando diversos stop loss o incluso experimentando con estrategias de cobertura. De este modo, puede optimizarse la manera de aplicar un sistema de inversión concreto.
En función de nuestros sistemas de inversión y los productos en los que vayamos a invertir, será conveniente trabajar nuestro backtesting con un plazo temporal mayor o menor. Por ejemplo, si nuestras inversiones en bolsa son a medio/largo plazo, deberíamos trabajar con años, mientras que en el caso de operar CFD’s intradía lo más conveniente será recabar la información de los últimos meses.
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