Las familias numerosas no lo tienen muy fácil en España. La propia Ley 40/2003, de 18 de noviembre, de Protección a las Familias Numerosas lo deja claro en su preámbulo aunque luego se concrete en pocas medidas prácticas. En concreto señala: “Dentro de las diversas realidades familiares, las llamadas familias numerosas presentan una problemática particular por el coste que representa para ellas el cuidado y educación de los hijos o el acceso a una vivienda adecuada a sus necesidades. Estas circunstancias pueden implicar una diferencia sustancial con el nivel de vida de otras familias con menos hijos o sin ellos”.
Por todo ello, el cuidado y ahorro financiero, más allá de explotar las pocas ayudas directas que se reciben, es fundamental para la economía familiar. A continuación, unos consejos que parten de conocer y explorar todas las ventajas a las que tiene acceso este colectivo:
Ayudas públicas
Para tener acceso a las ayudas a la familia numerosa hay que poseer el título oficial que te acredita como tal. El reconocimiento de la condición de familia numerosa y la expedición y renovación del título correspondiente es potestad de la Comunidad Autónoma en la que residas, y por ello es importante tanto obtener el mismo lo antes posible como tenerlo siempre en vigencia.
Con el título de familia numerosa tenemos acceso a diferentes ayudas que se reparten entre distintas administraciones y que seremos nosotros las que lo solicitemos. A nivel estatal, la más importante es el impuesto negativo o deducción anticipada de 100 euros que mensualmente te ingresará la Agencia Tributaria, también el ahorro en el 50% del impuesto de matriculación o mejor acceso a vivienda protegida. A nivel de Comunidad Autónoma destacan las bonificaciones al transporte público o el acceso a ayudas y becas de educación. A nivel local, la principal es la reducción en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y descuentos en instalaciones deportivas y sociales. A esto se suman también acceso a mejores tarifas en algunos servicios como agua o electricidad, esta última a través del bono social.
Lo más importante de este punto es conocer todas las ayudas. Puede que alguna no la necesitemos en este momento, por ejemplo si tenemos un vehículo se nos puede pasar por alto la bonificación en el impuesto de matriculación, algo que podemos aprovechar cuando cambiemos de coche.
Programas de descuento de Asociaciones de Familias Numerosas
El siguiente gran consejo de ahorro es formar parte de la Asociación de Familias Numerosas a la que pertenezcas por tu lugar de residencia. Las cuotas suelen ser muy bajas, rondan alrededor de los 30 euros anuales, pero a cambio recibes dos grandes grupos de ventajas. La primera es la información, los boletines de las asociaciones permiten conocer todas las novedades que le afectan. La segunda son los descuentos directos que negocian con todo tipo de establecimientos, desde automóviles, alimentación, educación, hogar, alojamiento, libros, moda, ocio, seguros, tecnología, viajes, cursos de idiomas, etc.
Siempre hay que comparar si el descuento es rentable con respecto al precio del producto o servicio similar en otro establecimiento. Con esta pequeña cuota anual podemos acceder a importantes ahorros económicos. Hay momentos especiales como Navidad, vacaciones o la vuelta al colegio donde se suelen multiplicar las promociones.
Grandes volúmenes, no siempre
A la hora de la compra diaria también son muy típicas las imágenes de familias con carros llenos de comida en tamaños familiares. La compra de grandes volúmenes puede parecer a priori un ahorro, pero no siempre lo es. En alimentación seca, no perecedera o con una caducidad amplia, sí se puede obtener ahorro, pero en muchas ocasiones estos grandes formatos se acaban desperdiciando. Por ello es más rentable packs con unidades pequeñas divisibles que grandes envases.
La comparación de precios y la “infidelidad” entre establecimientos es también un punto importante de ahorro. Para ello debemos destinar parte de nuestro tiempo en ver los folletos y ofertas de distintos establecimientos y dirigirnos a aquellos en los que encontremos precios más bajos. En productos básicos pero de compra masiva en familias numerosas como pañales, leche, aceite,…, los ahorros pueden ser muy importantes. También el consejo básico para todos: ir al supermercado o hipermercado con una lista de necesidades preparada que debemos intentar de seguir a rajatabla es incluso más importante.
Con respecto a la compra de textil, hay que saber elegir muy bien dónde centrarse en precios más bajos y dónde en más calidad. En prendas que las van a usar pocos meses, como suele ocurrir con ropa veraniega que al año siguiente va a estar pequeña para nuestro hijo, elegir prendas de precios bajos no es mala idea. Incluso este tipo de prendas las podrán utilizar otros hermanos más pequeños. En prendas de más uso, como los uniformes escolares, si queremos que las usen mucho tiempo y que puedan incluso heredarlas otros hermanos, es más rentable optar por la calidad.
Planificar los grandes gastos
Más allá del día a día uno de los problemas económicos más graves que podemos encontrarnos está cuando hay que abordar grandes gastos como los estudios de nuestros hijos. En este caso la planificación financiera a largo plazo es fundamental. No pienses en la universidad de tu hijo cuando vaya a matricularse, hazlo con bastantes años vista. Con pequeñas aportaciones periódicas podrás hacer frente a gastos importantes sin que se deteriore la economía familiar.