A nadie escapa que los británicos siempre han estado muy vinculados a sus raíces, y aunque si bien es cierto que el Reino Unido forma parte de la Comunidad Económica Europea desde 1973, por ejemplo a día de hoy aún funcionan con sus estimadísimas libras esterlinas, dando la espalda a la moneda única usada en el resto de Europa: el euro.
El término de moda “Brexit” que tanto resuena últimamente en las noticias de actualidad se refiere precisamente a la hipotética salida (exit, en inglés) del Reino Unido de la Unión Europea, algo que ya sonó en su momento con Grecia y el término hermano Grexit, y que no es nada nuevo en la historia europea de las islas británicas.
Si el Reino Unido entraba a formar parte en 1973 de la Comunidad Económica Europea, solo dos años más tarde, en 1975, se celebró ya el primer referéndum para decidir si seguía esta vinculación o no. En aquel entonces, ganaron los que optaron por la permanencia, y nada cambió.
Pero se acerca 2017, año en el que David Cameron, primer ministro británico, prometió durante campaña electoral que convocaría un nuevo referéndum de permanencia en la Unión Europea.
¿Por qué querría el Reino Unido separarse de Europa?
En realidad, son muchos analistas los que aseguran que el Reino Unido no quiere realmente separarse de Europa, sino que simplemente quiere negociar para obtener unas mejores condiciones para su ya de por sí particular país dentro de la Unión Europea, si tenemos en cuenta las diversas “excepciones” (cláusulas opt-out) que ya le fueron concedidas en el Tratado de Maastricht de 1992.
Desde el resto de países europeos se consideran muchas de las exigencias del Reino Unido inaceptables en la búsqueda de una unidad europea íntegra y equitativa. Incluso uno de los principales socios del Reino Unido, Estados Unidos, no apoya su salida de la Unión Europea, dada la notable incertidumbre económica asociada a tan importante cambio de escenario.
Si las negociaciones entre el Reino Unido y Europa no avanzan adecuadamente y se acercan las distantes posturas de partida, será el pueblo británico quien decida su permanencia dentro de la Unión Europea. A día de hoy las encuestas no muestran un claro triunfo ni del sí ni del no, pero el Brexit sigue ocupando portadas y generando debates sobre qué pasaría si el Reino Unido se separa finalmente de Europa.