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8 ideas para unas vacaciones en la playa gastando como si te quedaras en casa

Verano es sinónimo de playa para muchos españoles, tanto para los afortunados que viven en ciudades costeras y nunca se cansan de ir, como para los que son del interior y se desplazan a ellas cada año. ¿Qué tendrá la playa que tanto gusta en verano?

Rayos de sol, arena caliente y agua fresca integran un cóctel sencillo pero perfecto para las vacaciones. Desconectar del trabajo pasando unas jornadas simplemente descansando en un destino de playa es un plan muy apetecible, sin duda. Pero, ¿y si además lo hacemos de forma económica, gastando en el día a día como si estuviésemos en casa?

Para lograrlo, podemos seguir estos 8 consejos para unas vacaciones en la playa. Claro está que el coste de desplazamiento y alojamiento siempre estarán presentes, pero es posible reducirlos y, en lo referente a los gastos diarios, no tienen por qué superar a los de quedarnos en casa.

  1. Planificar con toda la antelación posible

Puede parecer que las vacaciones están todavía muy lejos, que ya habrá tiempo para pensar en ellas. Pero justo aquí está la principal clave de ahorro en verano. Cuanto antes organicemos en el trabajo qué semanas nos podemos tomar, antes podremos empezar a buscar destinos y reservar transporte y alojamiento a mejor precio.

Es una obviedad, pero no podemos olvidar que cuanto antes reservemos, mejores ofertas encontraremos. Así por ejemplo, según Skyscanner, el buscador de vuelos, el mejor momento para reservar barato desde España es 8 semanas antes de la fecha del viaje.

  1. Evitar temporada alta, o evitar agosto

Es cierto que la actividad de la mayoría de las empresas españolas disminuye durante el mes de agosto y es, por tanto, el mejor momento para tomar vacaciones. Considerando precisamente este hecho, si tenemos la oportunidad de elegir junio, julio o septiembre disfrutaremos más las vacaciones pues, sin renunciar al buen tiempo, encontraremos menos aglomeraciones, playas más tranquilas y, en lo que atañe a este artículo, precios más baratos.

  1. Evitar los destinos más turísticos

Una playa, ya sea de arena más o menos clara, con más o menos chiringuitos y con más o menos gente, no deja de ser un lugar apetecible para descansar y darnos el verdadero lujo de no hacer nada. Por eso, a la hora de elegir destino, decidirnos por uno menos demandado supone ahorro en el hospedaje, comidas y actividades diarias. Es tan simple como leer reviews en Tripadvisor y buscar alojamiento en otros pueblos cercanos al destino que estábamos mirando en un principio.

  1. Ahorrar en el transporte

Hay tres grandes conceptos de gasto en un viaje: transporte, alojamiento y comidas. Ya hemos visto que planificar es la clave para encontrar un mejor precio en el desplazamiento hasta la costa. Pero además, hay que estudiar qué opción interesa más:

La opción que salga más económica, siempre y cuando no implique un sobrecoste en desplazamientos en el destino, será la elegida.

  1. Ahorrar con alojamiento

Si la intención es pasar varias semanas cerca de la playa, el alojamiento será el mayor desembolso que tendremos que afrontar. Buscar con adelanto es la clave para encontrar ofertas; usar aplicaciones de social travel como Airbnb o Homeexchange, es una alternativa nada despreciable. El primero para alojarnos en casas de particulares a precios muy competitivos; el segundo, para intercambiar casa por un tiempo con otro usuario de la aplicación y no gastar nada en alojamiento.

Una experiencia que nunca olvidarán los más pequeños y que nos puede salir muy económica es ir de camping. El alquiler de la parcela es mucho más bajo que el de un apartamento, aunque probablemente veamos comprometido nuestro descanso.

  1. Ahorrar con comida

También es posible reducir el tercer concepto de gasto más importante de los viajes: las comidas. Elegir un alojamiento con cocina resulta esencial para ahorrar. Llevar la comida a la playa es algo muy habitual que nos permitirá ajustar el presupuesto de las vacaciones. Si nos alojamos con Airbnb o similares, conviene confirmar que se dispone de cocina. Y en vez de ir siempre de restaurantes, dejarlos para alguna que otra ocasión, tal y como haríamos si nos hubiésemos quedado en casa. Saber comprar en el supermercado también se aplica cuando estamos en la playa.

  1. Actividades complementarias alternativas

En los principales destinos turísticos de nuestro país existen multitud de atracciones que pretenden complementar el ocio de los visitantes, como centros comerciales, parques temáticos, parques acuáticos, etc. Sin embargo, siendo creativos y apostando por actividades más sencillas como pasear por el paseo marítimo, darnos un baño en el mar al atardecer y hacer excursiones a otros pueblos o playas próximas, podemos pasarlo igualmente bien ajustando más fácilmente los gastos.

  1. No te dejes la casa enchufada

Por último, antes de irnos de casa, es recomendable desenchufar los electródomesticos, aparatos eléctricos y cerrar la llave del agua. Cambiar al modo vacaciones en la nevera nos va a ahorrar unos cuantos kilovatios-hora, si no, también podría ser un buen momento para hacer limpieza y apagarla durante nuestra ausencia.

 

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