Invertir de forma automática: el método Twinvest

Hace unas semanas hablamos del método GAD, un sistema de inversión sistemática elaborado por Robert Lichello, que se ayudaba de las matemáticas para aplicar el principio fundamental y básico de cualquier inversor: “Comprar acciones cuando bajan de precio y vender cuando suben”. Más fácil de entender, imposible.

El mismo autor desarrolló otras formas de invertir sistemáticas, y una de ellas es el método Twinvest.

Qué es el método Twinvest

El Twinvest es la aplicación de las matemáticas a las finanzas personales, para obtener una forma de inversión mecánica que nos proteja a los inversores de la parte emocional que todos llevamos dentro. En sí mismo no es más que una fórmula matemática relativamente simple, aplicada a una inversión periódica. Este último punto es importante, ya que eso implica que no necesitaremos un capital inicial importante para poder llevarlo a cabo.

Además, normalmente todos pensamos en plazos mensuales para aplicar este tipo de inversiones, pero si realmente tenemos una capacidad de ahorro para poder evitar que las comisiones se coman nuestra rentabilidad, podríamos hacerlo con carácter trimestral o semestral. No hay limitaciones para ello, por tanto podemos adaptarlo a nuestra casuística particular.

Qué productos podemos usar

Realmente es válido para cualquier producto de inversión no apalancado. En este caso, podemos hablar de acciones, ETF o fondos de inversión, por tanto nos da mucha flexibilidad para poder escoger los productos, aunque originalmente el autor lo pensó para que fuera aplicado en fondos de inversión.

Fórmula del Twinvest

Inicialmente, el sistema se ideó para ahorrar periódicamente una cantidad fija. Es importante ser cuidadosos con la cantidad que escogemos, ya que en teoría posteriormente no podremos cambiarlo. Para hacerlo, deberíamos iniciar otro proceso.

Para ver un ejemplo, supondremos que podemos ahorrar 100 euros cada mes. Ahora calcularemos el código Twinvest. Para ello, multiplicaremos esa cantidad por 0,75 y después por el valor de la participación del fondo o la cotización de la acción o el ETF. Vamos a suponer que hoy vale 10 euros. Es decir: 100 x 0,75, tendríamos 75, y multiplicando por 10 obtenemos 750.

Debemos guardarnos bien ese número, pues lo necesitaremos cada vez que queramos operar. Bien, invertimos 75 euros en el producto escogido de renta variable y guardamos 25 euros en nuestra cuenta remunerada o fondo monetario, es decir, en nuestra liquidez.

Cada mes -o plazo que nos hayamos fijado para invertir- deberemos consultar este número para saber cuánto invertimos. Supongamos que el mercado no se ha movido y sigue valiendo 10 euros. En ese caso, dividimos nuestro código Twinvest por el precio, 750/10, y el sistema nos dice que invirtamos nuevamente 75 y el resto a liquidez.

Si el producto de inversión ha subido, invertiremos menos. Suponiendo que ahora vale 15 euros, invertiremos invertir sólo 50 euros (750/15). Y los otros 50 euros los dejaríamos en liquidez.

Si el producto de inversión ha bajado, invertiremos más. Si vale 8, por ejemplo, la inversión será de 93,75 y sólo destinaremos 6,25 a liquidez.

Cuándo funciona mejor

Lógicamente, el sistema se ve muy favorecido por la volatilidad de los mercados, ya que cuando hay mucho movimiento de subidas y bajadas, nos generará mejores rendimientos que cuando el mercado se encuentra en una tendencia lateral. En todo caso, lo que sí conseguimos con el sistema es reducir el riesgo de nuestra cartera y abstraernos de la presión que podemos tener por las turbulencias del mercado, que pueden generarnos dudas y hacernos vender en momentos de pánico, que es lo que suele penalizar a los inversores particulares.

Diferencias con el GAD

A diferencia del método GAD, que nos da órdenes de entrada y salida al mercado, con un incremento de comisiones y peaje fiscal en el caso que vendamos ETF o acciones, el método Twinvest sólo genera órdenes de compra, por tanto no tendremos que tributar en Hacienda salvo por los dividendos cobrados, si los hubiera.

Ventajas de los sistemas de inversión automática

Al igual que el sistema GAD o el Dollar Cost Averaging (DCA), las dos grandes ventajas de esta forma de invertir para los ahorradores minoristas son:

  • Protección respecto a la parte irracional que todo inversor tiene. Las dudas siempre aparecen en las grandes caídas y operar a través de un sistema automático sin cuestionarse nada puede ser una ayuda.
  • Nos “fuerza” a invertir periódicamente de forma disciplinada, independientemente del momento de mercado, nieve, llueva o haga sol. Eso también nos obliga a tener cierto orden en nuestras finanzas personales.